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Angles, en una imagen del documentalAtresplayer Premium

Anglés, historia de una fuga

Los diez minutos que cambiaron el caso Anglés

El documental sobre el asesino de las niñas de Alcácer detalla cómo sorteó el cerco policial

Paul Auster, que fue Premio Príncipe de Asturias de las Letras, ha basado su novelística en lo que él mismo denomina «la música del azar». El escritor estadounidense repara en esos momentos fronterizos en los que la vida cambia, esos segundos cruciales a partir de los cuales nada será ya igual. ¿Qué hubiese sido de mi vida si no…? ¿Y si? El caso Anglés tiene varios momentos de ese tipo, pero especialmente uno. Son los diez minutos que convirtieron lo posible en un imposible. Lo posible era la detención de uno de los dos asesinos de las niñas de Alcácer.

Lo cuentan en Anglés, historia de una fuga, un documental en tres capítulos que se puede ver en Atresplayer Premium. El 27 de enero de 1993 dos apicultores hallaron en un paraje montañoso de Tous los cuerpos de Miriam, Toñi y Desirée. En la escena del crimen, apareció un volante médico que llevó a las fuerzas y cuerpos de seguridad a la casa de los Anglés en Catarroja (Valencia).

Primera huida

No es cuestión de tiempo la detención de Antonio Anglés, como lo será después, sino de atención. Nadie advierte que el asesino se descuelga desde un cuarto piso empleando unas sábanas. Esa noche, el criminal la pasa en un corral de ganado abandonado en Alborache (Valencia). El jueves 28 de enero madruga y se marcha. La policía llega esa misma mañana, no sé sabe exactamente cuánto tiempo después, pero no demasiado, puesto que se encuentra unos excrementos de Anglés «tibios».

El 29 de enero, el prófugo está en Valencia, en una peluquería. Se tiñe de moreno. Paga y firma una factura como Francisco Partera Zafra. Las fuerzas de seguridad se enteran, pero demasiado tarde. «Vamos siempre por detrás de los pasos de este individuo», admite un número de la Guardia Civil.

Recepción del Hostal Boluda, donde se alojó AnglésAtresplayer Premium

Y llega entonces el momento en que el caso Anglés pudo haberse resuelto. El asesino decide ir al Hostal Boluda, cercano a la peluquería. Esta vez se actúa con gran celeridad. Más que nunca, pero no es suficiente. Cuando llegan para detenerlo, hace diez minutos que sea ido. Solo diez minutos. No lo saben entonces, pero nunca más estarán tan cerca de capturarlo.

Anglés seguirá con su huida y acabará huyendo en un barco que lo llevará a las costas irlandesas, donde se le pierde la pista. De eso hace ya 30 años...