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El sacerdote venelozano Marcos JulioLa 1

MasterChef

Un sacerdote dominico aspira a ganar 'MasterChef'

«Quiero dedicar este delantal blanco a Dios y a la Santísima Virgen», dijo recién elegido el venezolano Marcos Julio

La undécima edición de MasterChef ha arrancado esta noche de lunes. Los participantes fueron seleccionados tras superar las dos últimas pruebas de selección: una de ellas, con 1.000 aspirantes, celebrada en la plaza de Oriente, y otra ya mucho más reducido, de 60 participantes, en el plató del programa. Entre los seleccionados inicialmente figura un sacerdote dominico.

Es venezolano, tiene 44 años y se presentó como Marcos Julio, pero pronto fue rebautizado por el jurado del programa (Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera) como «Fray Marcos».

«Santa Teresa de Jesús decía: ‘En los pucheros y en las ollas también está Dios», empezó diciendo el religioso, antes de finalizar su propuesta culinaria. Después contó que su sueño es fundir la predicación con la cocina en un canal en You Tube para el que ya tiene título: «Predicocinando».

Para recibir el delantal blanco, los aspirantes tenían que recibir al menos dos votos de los chefs. El catalán no dio el sí al plato del venelzolano, pero sí lo hicieron Pepe y Samantha, con lo cual Marcos Julio entró al programa, o al menos así lo dio por hecho el propio programa en sus cuentas en las redes sociales.

«Quiero dedicar este delantal blanco, fruto de mucho esfuerzo, a Dios y a la Santísima Virgen, que están aquí y son mis compañeros», dijo después el recién elegido.

Prueba de eliminación

Una vez hecha esa selección inicial, Pepe Rodríguez colocó a Marcos Julio y cinco delantales blancos más un brazalete negro. Les obligaron a superar una última prueba junto a los delantales negros para tener acceso de forma definitiva al programa. Antes de abordarla, el sacerdote quiso lanzar un mensaje: «Esto es un escenario donde yo puedo ayudar, no solo material, sino a dar una esperanza de fe y de caridad para esta sociedad que tanto necesita de Dios. Creo que MasterChef es un escenario para ello». Después bendijo las cocinas del programa, que por primera vez recibían a un sacerdote. Al poco, apareció la muy creyente Tamara Falcó, que supervisó el cocinado.

De los seis, el sacerdote fue el segundo en salvarse. Pasó a ser así aspirante de pleno derecho. El brasileño Franck fue salvado a la par: «Gracias a Deus», reaccionó éste. Y es que Dios estuvo más presente que nunca en MasterChef.