Canal R(e)D, la nueva televisión de Roures que dirige Pablo Iglesias para hacerle la competencia a Ferreras
Tras romper con el directivo de La Sexta que le puso en bandeja llegar a millones de españoles e impulsó para fundar Podemos, Iglesias busca ahora «romper el bloque de poder mediático» de la mano del magnate televisivo catalán
El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias considera que «la existencia de medios de comunicación privados ataca la libertad de expresión».
Esas palabras pronunciadas en 2014, que jamás ha rectificado, no le impedían entonces, como ahora, participar activamente en televisiones y radios privadas, responsables en buena parte del ascenso mediático que lo llevó a cofundar y liderar Podemos.
Iglesias ahora va más allá y desde hace apenas una semana dirige Canal R(e)D, la televisión de izquierdas impulsada por el multimillonario empresario televisivo Jaume Roures cuyo lema es «vamos a romper el bloque de poder mediático».
Roures, fundador del diario Público, de La Sexta –que abandonó hace cuatro años– y de Mediapro, que durante años tuvo los derechos de retransmisión del fútbol español y después del sistema de videoarbitraje –VAR–, ostenta ahora la cuarta parte de los derechos audiovisuales del F.C. Barcelona a través de Orpheus Media y produce películas.
Según la lógica de Iglesias de «los de arriba y los de abajo», Roures estaría dentro de los de muy «arriba»: su patrimonio se estima en más de 200 millones de euros
Este magnate de la comunicación barcelonés tiene un perfil que, en la lógica política de Iglesias de «los de arriba y los de abajo», corresponde a «los de arriba». Y muy «arriba». No en vano, su patrimonio se estima en más de 200 millones de euros, aunque ello no le impide posicionarse políticamente en el ala más escorada a la izquierda dentro de la izquierda.
En su juventud, durante el franquismo, militó en varias organizaciones comunistas y, ya en democracia, fue detenido en 1983 acusado de haber colaborado con la banda terrorista ETA alojando en su casa a uno de los secuestradores del empresario industrial vasco Saturnino Orbegozo.
Más recientemente, se encargó de la retransmisión televisiva del golpe del 1 de octubre en Cataluña. No se define como independentista, aunque sí está a favor de la realización de un referéndum de autodeterminación.
Su última aventura televisiva es la citada Canal R(e)D, que opera bajo la sociedad limitada Melancolics Films, constituida por él en 2006 y cuyo apoderado solidario es su hija Teia Roures desde 2020, según los datos del Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME). Teia Roures también es la apoderada solidaria de Mediacable Servicios de Producción, la propietaria de la televisión.
Ante las críticas surgidas por esta incongruencia, Iglesias apuntó en un vídeo promocional de la cadena que «Jaume Roures no estará detrás de Canal R(e)d ni tendrá ningún papel, ni empresarial ni de otro tipo, en el proyecto».
Cuando el periodista Antonio Maestre le presentó en Twitter los datos públicos sobre los cargos de Roures y su hija en Canal R(e)D, Iglesias se limitó a responder que «ya no», aunque así consta en varios agregadores de datos del BORME en internet a día de hoy.
Un nuevo altavoz desde donde influir
Desde que abandonó la política institucional, hace dos años, Iglesias ha proseguido con su actividad política desde los medios de comunicación, donde ha tratado de influir en el entorno de la izquierda radical al que pertenece Unidas Podemos. Lo ha hecho, principalmente, desde los micrófonos de la Cadena Ser y a través de su podcast en Público, llamado La Base.
Atrás quedan esos tiempos en los que el director de La Sexta, Antonio García Ferreras, le daba voz en los distintos platós de la cadena. El actual enfrentamiento surgió hace unos cuatro años por la continua presencia del periodista Eduardo Inda –amigo de Ferreras– en la cadena a la vez que publicaba informaciones perjudiciales para Iglesias en su periódico, OkDiario, que Iglesias encuadra dentro de «las cloacas» mediáticas.
La tensión entre Ferreras e Iglesias alcanzó su punto álgido el año pasado, cuando se filtraron unos audios de un encuentro entre el excomisario José Manuel Villarejo, el directivo de Atresmedia Mauricio Casals y el propio Ferreras en los que se hablaba de una información falsa sobre Iglesias y el régimen venezolano de Nicolás Maduro a la que posteriormente dio voz La Sexta.
«Eso no es periodismo, eso es basura» o «Ferreras ha mentido, yo le avisé que era mentira» han sido algunas de las referencias de Iglesias sobre este asunto durante los últimos tiempos. Ahora, su intención es tratar de comerle parte de la tostada a quien antaño lo introdujo en buena parte de los hogares españoles, sobre todo a través del extinto programa La Sexta Noche.
Canal R(e)D vio la luz el pasado 21 de marzo, coincidiendo con la primera jornada de la moción de censura de Vox y Ramón Tamames. La cadena cuenta con una red de colaboradores en Hispanoamérica y 18 trabajadores en Madrid, varios de ellos llegados de Última Hora, el digital de Podemos, que cerró el 15 de este mes, entre ellos su exdirectora y antigua asesora de Iglesias, Dina Bousselham.
Les preocupa que influya yo, pero no que influya Ferreras, porque si no no les llevan a su tertuliaExvicepresidente del Gobierno
«Ya me gustaría a mí influir tanto como Vicente Vallés, Antonio García Ferreras o Ana Rosa. Influyen mucho más que yo con absoluta impunidad y hay una parte de la izquierda a la que eso le parece genial. Les preocupa que influya yo, pero no que influya Ferreras, porque si no no les llevan a su tertulia», explicaba Iglesias al periódico InfoLibre el pasado 24 de marzo.
Parte de esa izquierda ahora le reprocha a él que ataque a Ferreras pero calle ante Roures, quien trasladó varias de sus empresas a Países Bajos hace 20 años, incluida la compañía propietaria de la televisión que ahora dirige.
Pero Iglesias está a otras cosas, como tratar de que Sumar, la plataforma de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no le dé la puntilla a su criatura política, que, pese a formar parte del Gobierno de coalición con el PSOE de Pedro Sánchez, no deja de perder fuelle a la vez que le salen nuevos competidores. Y para ello, nada mejor que dirigir él mismo una televisión.