Fundado en 1910

Fray Marcos, tercero por la izquierda, en el reto de expulsión de este martesLa 1

MasterChef

La crisis de fe del sacerdote de 'MasterChef'

«Siento que en vez de ayudar a un equipo, lo que hago es estorbar», reflexionó el dominico Fray Marcos

Ocurrió en la prueba de exteriores, desarrollada en Vejer de la Frontera (Cádiz), entre obras de arte contemporáneo de la Fundación Montenmedio Contemporánea. El venezolano Fray Marcos, sacerdote dominico, tuvo una crisis de fe en sus posibilidades en el concurso. Por su rostro, severo, parecía insuperable y apuntaba a su eliminación.

«No me veo en MasterChef los próximos días. Siento que en vez de ayudar a un equipo, lo que hago es estorbar. Y no es mi intención», confesó tras el citado reto al aire libre. Por orden de los chefs, los dos equipos tuvieron que ir prescindiendo de aspirantes durante el desarrollo de la prueba. En su conjunto, el primer que fue enviado el banquillo, donde ya se mantuvo hasta el final, fue el religioso. De ahí su crisis de fe, de ahí esas palabras.

Jordi Cruz, el chef más exigente de los tres, quiso echarle una mano. Y lo hice con estas palabras: «Solo te recomiendo que reflexiones lo que estás diciendo. Todos podemos tener un mal día. Creo que tu papel en MasterChef es mucho mas amplio que este cocinado. Me gusta tu presencia en este concuro, de verdad te lo digo, y creo que estás aprendiendo mucho», se extendió el catalán. En la clásica entrevista a cámara, Fray Marcos matizó que él no quería irse del talent, pero que sentía que no estaba dando tolo lo quería dar.

Prueba de expulsión

Con esas dudas llegó a la prueba de expulsión, que tuvo como protagonista la comida japonesa y en concreto el hongo Koji, que aparece tras un proceso de fermentación del arroz. El dominico recuperó la moral y la sonrisa. Preparó un plato que fusionaba lo nipón con lo venelozano, propuesta que superó el corte sin problemas. Cuando acercó lo cocinado a la mesa de los chefs, Samantha Vallejo-Nágera le confesó su admiración: «Me tienes alucinada», le dijo.

Ella se refería a la condición polifacética del sacerdote. Es aspirante a cocinero, sí, pero en la vida ha sido antes muchas cosas. Fundamentalmente periodista y locutor, «pero también cantaba rancheras y boleros para poder pagarme la Comunicación Social en la Universidad», detalló. También fue profesor de aikido (arte marcial japonés) y de spinning. «Estuve hablando con él y me dijo que estuvo picando en una mina», contó una concursante desde la galería. O sea, también trabajó como minero. Todo ello lo explicó con una sonrisa recién recuperada, como su moral. El expulsado del día fue Tuki. Fray Marcos sigue en liza. Con la fe renovada.