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Encarna Paso, José Bódalo y José Luis Garci, con el OscarFilmaffinity

Aniversario

La noche en que Garci triunfó y Spielberg fracasó

Se cumplen 40 años del Oscar a Volver a empezar, primera estatuilla para una película española

España no lo vio en directo, pues la gala de los Oscar entonces no se retransmitía (la programación de la primera se acababa a las 00.25 horas), así que se enteró al despertarse: una película española había ganado por primera vez la estatuilla. Este martes se cumplieron 40 años de ese momento. Con motivo de este aniversario, Fundación Telefónica ha organizado en Madrid un homenaje a su director, el madrileño de familia asturiana José Luis Garci, con la participación de Luis Alberto de Cuenca, Luis Herrero, Joseba Larrañaga, Eduardo Torres-Dulce, Arturo Pérez-Reverte y Chema Alonso.

Volver a empezar es una historia de amor en la tercera edad. Un escritor que acaba de ganar el Premio Nobel de Literatura, Alvajara, regresa a su Asturias natal tras 40 años de exilio. Este personaje se inspiraba en un poeta amigo del padre de Garci que pasó por un campo de concentración y que había fallecido prematuramente. El escritor se reencuentra con Julia, una novia de juventud, y también con un amigo con el que compartió tardes de fútbol en el Sporting de Gijón. Se aloja en un hotel que cuenta con un encargado de lo más entregado a su oficio. Antonio Ferrandis, entonces enormemente popular en España por su personaje de Chanquete, es el protagonista, al que da réplica Encarna Paso. El compañero futbolista lo interpreta José Bódalo, mientras Agustín González es el encargado del hotel. Los cuatro han fallecido.

Recuperar la ternura

Volvamos a aquella noche gloriosa del 11 de abril de 1983. Muy pocos en España creían que Volver a empezar, que había fracasado en la taquilla española –al contrario que las anteriores de Garci (Asignatura pendiente, Solos en la madrugada, El crack...)– fuese a ganar el Oscar. El filme, que dispuso de un presupuesto de 40 millones de pesetas, tampoco gozó del favor de la crítica, que se preguntaba qué había querido decir el director, que contestaba aclarando que «nada, tan solo recuperar el sentido de la ternura». «La película ha sido maltratada en nuestro país», se quejó Encarna Paso tras el triunfo.

Sin embargo, Garci y los que le acompañaron aquella noche estaban convencidos de la victoria. ¿Por qué? En aquellos tiempos, la categoría de mejor película extranjera la votaban unos 200 académicos, en su gran mayoría señores. Para poder ejercer su derecho, tenían que demostrar haber visto los filmes candidatos, por lo que los interesados en ganar la estatuilla montaban sesiones especiales para ellos. En este sentido, Volver a empezar contó con la fundamental labor promocional en Hollywood del publicista Enrique Herreros, una de las personas a las que el director madrileño agradeció el premio cuando subió al escenario. De ahí la seguridad del director madrileño, que en los días anteriores a la ceremonia presumió ante la prensa española de que miembros de la academia de Hollywood le habían comentado que su estilo recordaba –nada menos– que al de Ernst Lubitsch.

La fe del director

A esas alturas, es evidente, Garci tenía fe. No así meses atrás, cuando creyó que la película que España envitaría a los Oscar sería La colmena, obra maestra de Mario Camus. En Hollywood estas fueron sus competidoras: Alsino y el cóndor (Nicaragua), Coup de torchón (Francia), El vuelo del águila (Suecia) y Vida privada, de la Unión Soviética. Ninguna de ellas es hoy recordada, pero seguramente pasará lo mismo fuera de nuestro país con Volver a empezar. Tampoco es una película reivindicada la ganadora del premio a mejor película, Gandhi, que se llevó ocho estatuillas mientras la gran favorita, E.T. el extraterrestre, de Steven Spielberg, se llevaba cuatro, pero ninguno de los principales.

Otro factor contribuyó a la seguridad en el triunfo de Garci fue saber que la estatuilla de esta categoría la entregaría Luise Rainer, una mujer de izquierdas que había colaborado con la causa republicana española décadas atrás.

El madrileño era entonces un hombre de 39 años seguro de sí mismo. Con esa seguridad caminó hacia el estrado cuando se anunció el triunfo de Volver a empezar. Vestido con un esmoquin blanco en evidente guiño al Rick de Casablanca, película que se homenajea también en una de las escenas finales de Volver a empezar, alzó la estatuilla, la primera para nuestra cinematografía tras nueve intentos fallidos: «The dreams come true… sometimes» (Los sueños se hacen realidad... A veces), dijo en un inglés poco pulido pero voluntarioso.

En el auditorio lo celebraron la directora general de Cinematografía, Pilar Miró, los actores Antonio Ferrandis, Encarna Paso, y un invitado especial, el tenor Plácido Domingo. Horas más tarde, Garci recibió la felicitación del Rey de España y del presidente del Gobierno, Felipe González.

En la gala hubo más felicitaciones para Garci. Algunas muy destacadas, como las del perdedor de la noche, Steven Spielberg. Otro momento inolvidable se vivió en el baño. Enrique Herreros y el director, que portaba el Oscar recién ganado, fueron escoltados en los urinarios por Paul Newman y Jack Lemmon, protagonista de varias de las películas favoritas del director madrileño, a quien felicitó por su estatuilla en tan curioso momento.

Homenaje a Garci

Ayer, 11 de abril, José Luis Garci fue homenajeado en la Fundación Telefónica con motivo del 40 aniversario de Volver a empezar. En este acto el cineasta estuvo acompañado de amigos y compañeros, con los que compartió anécdotas y relatos de una vida entera dedicada al séptimo arte.
Sus queridos amigos y compañeros de Cowboys de Medianoche –podcast de esRadio que el director de cine comparte con Luis Alberto de Cuenca y Eduardo Torres-Dulce– no quisieron faltar al evento. Estuvieron asimismo acompañados por Luis Herrero, periodista y escritor, Joseba Larrañaga, periodista deportivo, Arturo Pérez Reverte, periodista y escritor y Chema Alonso, Chief Digital Officer de Telefónica, que actuaron como maestros de ceremonia del merecido homenaje a Garci.