Rosario Flores se confiesa en 'El Hormiguero': «Tengo un vacío muy grande»

La Voz Kids. De ley. Quique San Francisco. Su familia. De todo ello habló Rosario Flores en su visita a El Hormiguero.

«El programa más bonito que me ha pasado en mi vida. Cuando empecé no estaba yo muy por la labor. Porque yo soy cantante y a mí me gusta el escenario, y no la había conocido tanto. Llevamos diez u once años haciendo La Voz. Y mientras que me quieran pues voy a estar ahí», contó sobre La Voz Kids. La versión de adultos del mismo programa la ha esquivado de forma consciente: «Yo por ejemplo decidí hacer los niños siempre porque los mayores se lo tomaban como más a pecho. Un niño empieza a llorar y se le olvida a los cinco minutos». En todo caso, con los críos también sufre: «Muchas veces he llorado no por decirles que no podían pasar, sino por no haberme dado yo la vuelta. Se me han ido niños buenísimos porque no llega ni a un minuto lo que cantan… Depende mucho del que ha venido antes o después».

Se cumplen treinta años de la publicación de su álbum De ley, y para celebrarlo hará un disco en el que revisitará sus mejores canciones con artistas nacionales e internacionales. Tras sus pinitos como actriz, aquel trabajo la lanzó como cantante por todo lo alto. «Yo desde pequeñita supe que era artista. Yo he nacido para el escenario: no sé si me habéis visto en directo, pero venid a verme. La ilusión puede con todo. Hasta con poder ser artista siendo la hija de Lola Flores. Pude hacer mi sueño realidad por la fe que yo tenía en mí». Pero no fue fácil. Empezó muy tarde: «Yo no podía equivocarme». A su primer concierto, en la sala madrileña Morocco, no quiso que fuese La Faraona: «A mi madre le dije que no viniera». ¿El motivo? «Si vienes, va a ser toda la atención para ti», le explicó. Ella lo entendió. Al segundo o tercer concierto, ya fue. En el Conde Duque. Y así la elogió: «Te has cagado en mí». Habló Rosario también del museo de Jerez dedicado a su madre. Se cumplen cien años de su nacimiento. «Están sus trajes, sus peinetas…». Ha visto en vitrinas objetos que le han sorprendido: «Pero si esto estaba tirado por casa…», confesó.

En recuerdo de Enrique

Rosario Flores fue novia de Enrique San Francisco, que contaba con Pablo Motos entre sus mejores amigos. Así que era inevitable recordar al fallecido actor. «Cada vez que vengo aquí y te veo me acuerdo de Enrique. Porque esta era su casa», empezó Rosario. «Tengo un vacío muy grande con Enrique. Y una penilla muy gorda todavía en el cuerpo. Lo echo muchísimo de menos, más que cuando estaba. Me arrepiento de no haber estado más con él, de no haberlo cuidado más», continuó.

«Tuvimos un amor enorme. Es uno de los mejores hombres que he tenido en mi vida. Me conoció con 18 años, y me formó y me hizo la mujer que soy yo hoy». Él le llevaba nueve años. Y le enseñó muchas cosas, «buenas y malas». A Lola Flores le caía simpático, pero decía que estaba «crudo». El Pescaílla le llamaba «Marlon Brando». Fueron juntos a la India, donde estuvieron dos meses. Volvieron muy delgados. Rosario recuerda lo primero que le dijo su madre cuando la vio llegar a casa: «¡Eres Gandhi!».