El fray de 'MasterChef' se erige en favorito: «Aquí estoy, Señor»

Solo van nueve galas de veinticinco, pero los caballitos ganadores empiezan a posicionarse en MasterChef. Uno de ellos es Fray Marcos, el dominico venezolano de 44 años.

En la primera prueba de este lunes, los aspirantes cocinaron el plato que les asignó el humorista Carlos Latre, que interpretó a un maestro astral y realizó predicciones basadas en el zodiaco. Se empezó hablando de astrología y se acabó hablando de Dios. En el reto estaba en juego el pin de la inmunidad –que libra de la expulsión al concursante que lo entregue– y un viaje a la isla de La Palma para dos personas.

De los 17 que estaban en liza (Álex, Ana, Camino, David, Eneko, Francesc, Jeremy, Jorge Juan, Jotha, Karla, Laura, Leti, Lluis, Luca, Marta, Merce, Pilu y el propio Fray Marcos), cuatro destacaron sobre el resto en una primera valoración: Jorge Juan, Marta, Francesc y el dominico, quien presentó un magnífico plato de tajine de pollo, que bautizó como «Aquí estoy, Señor». Así lo explicó, para desconcierto de alguno de sus compañeros: «Conozco tantos jóvenes que a veces tienen la inquietud de querer ser sacerdotes o la vida consagrada… Pero en esta sociedad que ha olvidado la dimensión espiritual y religiosa que cada uno tiene, todo es material, todo es corporal, Dios pasa a ser el gran mendigo. Y responderle ‘aquí estoy, Señor’ a un Dios que es el gran mendigo, requiere de riesgos. Aunque estoy temblando, 'aquí estoy, Señor'».

Venezuela, ese país que está «tan mal»

«Es un guiso maravilloso», elogió Pepe Rodríguez, y asintieron el resto de los chefs. Finalmente, las propuestas de Jorge Juan y Fray Marcos fueron elegidas como las mejores en la segunda valoración. Y cuando hubo que decantarse solo por una, eligieron la del religioso: «Bendito sea Dios, por este premio y por el trabajo que se hace con el corazón en la mano», reaccionó el dominico. Le hizo especial ilusión el viaje a La Palma, por lo que supone para su progenitora: «Sobre todo llevar a mi madre, que poco sale de Venezuela, y se lo merece porque trabaja mucho en ese país que está tan mal. Gracias. Es una mujer súper dedicada. Cuida a mi abuela. Ha salido adelante con todos nosotros. Ha salido adelante con sus nietos», la elogió.

Del (mundano) pin de la inmunidad ni habló. Pero es un seguro contra la expulsión y, sobre todo, un aldabonazo que lo sitúa como caballito ganador, que es el término con el que Jordi Cruz nombra a los concursantes con vitola de máximos favoritos.