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El documental Madre Teresa: No hay amor más grande solo podrá verse en los cines el 8 y el 11 de mayoGoya Producciones

Crítica de cine

'Madre Teresa: No hay amor más grande', un documental completo y brillante

El documental, que solo podrá verse en los cines el 8 y el 11 de mayo, ofrece un excelente retrato de la santa

Los Caballeros de Colón producen este documental junto a Wahl St. Productions, compañía de James Wahlberg, hermano del famoso actor de Hollywood, Mark Wahlberg. James es un exdrogadicto que conoció a Madre Teresa cuando él estaba cumpliendo condena en la cárcel por asaltar la casa de un policía. Como cuenta él mismo en la película, su encuentro con Madre Teresa le cambió la vida para siempre. Detrás de la cámara está el documentalista David Naglieri, del que en España conocimos Liberando un continente: Juan Pablo II y la revolución de la libertad (2016). Pero también ha dirigido documentales sobre la guerra cristera, el Papa Francisco o el Opus Dei.

La película es un caleidoscopio que nos ofrece un retrato impresionista pero bastante completo de Madre Teresa de Calcuta, una las santas contemporáneas más llevadas al cine. Este retrato lo componen tres tipos de pinceladas y colores: la vida de la santa, el relato de su obra y la exposición de su pensamiento. Tres niveles que se desarrollan en paralelo, de forma entremezclada, como un sugerente collage que va perfilando el inconfundible rostro arrugado de Madre Teresa.

La trama biográfica alterna muy buenas y abundantes imágenes de archivo, tanto de cine o vídeo, como fotografías. Imágenes en blanco y negro, en color, más antiguas, más modernas… que a veces se completan con recreaciones de ficción interpretadas por actores. También la Madre Teresa en algunas ocasiones nos cuenta en primera persona momentos de su propia vida. Una vida que arranca en 1910 en Skopie (en la actual Macedonia del Norte), que luego nos lleva de Irlanda a Calcuta en los años 20 de la mano de las Hermanas de Loreto, que recala en la hambruna de Bengala en los 40, en las posteriores matanzas entre musulmanes e hindúes, en el Premio Nobel… hasta tocar puerto en el final de su vida, incluyendo su larga noche oscura espiritual.

Respecto a la obra de las Misioneras de la Caridad, con sus ramas de Hermanos y Hermanas contemplativos, Padres Misioneros y Cooperadores, el documental nos hace viajar por el mundo entero, donde tienen 764 casas repartidas. De esta manera nos asomaremos –entre otros muchos ejemplos– al Hogar de la Misericordia para niños discapacitados en Nairobi (Kenia), a la Casa para refugiados venezolanos en Boa Vista (Brasil); los centros de atención a enfermos y moribundos en el Bronx de Nueva York o en Haití, o el trabajo con los drogadictos en el canal de Tijuana (México) y en la periferia de Río de Janeiro.

La tercera trama, la del pensamiento y espiritualidad de Madre Teresa, se ofrece como un conglomerado de testimonios y declaraciones de gentes de todo tipo: obispos, biógrafos, conversos y múltiples personas que se cruzaron con Madre Teresa o sus obras. Pero, por encima de todos, las abundantes intervenciones de muchísimas hermanas de su congregación. El filme también nos habla de su relación con Juan Pablo II, nos muestra alguna de sus intervenciones antes las autoridades políticas mundiales –las afines y las hostiles–, y nos recuerda sus manifestaciones públicas sobre el aborto o el SIDA.

El resultado es uno de los mejores documentales sobre Madre Teresa y su obra. Solo podremos verla en cines los días 8 y 11 de mayo. No se la pierdan.