El Hormiguero
Pablo Motos: «Me ha salvado la vida el mejor cirujano de España»
El presentador se rompió el 90% del tríceps practicando boxeo
Pablo Motos ha vuelto a presentar El Hormiguero recién salido de una operación. Solo el covid lo ha alejado del plató en los últimos años, pese a que ha sufrido todo tipo de incidentes. El último, cuatro días atrás.
«El viernes, practicando boxeo, me rompí el 90 % del tríceps. Es una avería muy seria, y como quedaba solo un hilito sujetándome el músculo me tuvieron que operar de urgencia. La verdad es que todavía estoy un poco afectado porque a partir de ese momento pasó todo muy deprisa y ha sido un milagro», explicó al inicio del programa de este lunes.
«Una vez más, me ha salvado la vida el doctor Ángel Villamor, que aparte de ser el mejor cirujano de España, es una persona única, con una bondad, una generosidad y una entrega que yo no he conocido a nadie así en mi vida. Si no llega a ser por él podría haber perdido toda la fuerza del brazo para siempre y parte de la movilidad», detalló.
Cinco operaciones
«Le quiero dar las gracias a Maite Ocaña, que estaba allí mirándome cuando entré en el quirófano, con ternura, y haciéndome caricias para aliviar el susto que llevaba». Ya había pasado antes: «La primera vez que me operaron, y llevo ya cinco, yo entré en pánico en el quirófano, y ahí estaba Maite, que ha estado en todas mis operaciones, y lo que hizo fue cogerme de la mano y mirarme con ternura hasta que la anestesia me durmió. Y esa mirada no se olvida, Maite. Y esto lo cuento para subrayar lo importante que es la amabilidad en los médicos y en las enfermeras en los momentos en que los pacientes estamos indefensos y muertos de medio».
El doctor prometió dejarle el brazo perfecto «para que en dos meses puedas volver a hacer el bruto», le dijo. «La gente que salimos en la televisión podemos llamar la atención. O los políticos podemos llamar la atención, u otro tipo de famoso pueden llamar la atención. Pero los médicos buenos son los héroes más valiosos de nuestra sociedad, así que cuidémoslos», pidió, entre aplausos del público.
Agradeció a su mujer «el buen humor» con que se tomó el asunto. Le hizo una foto recién salido de la anestesia y lo bautizó como «supermanco».