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La representante israelí, en la primera semifinalLa 1

Eurovisión 2023 (primera semifinal)

La Mónica Naranjo sueca confirma que va a por el micrófono de cristal

Irlanda, Malta, Azerbayán, Países Bajos y Lituania, eliminadas en la primera semifinal del certamen de la canción

Cantaban 15 y pasaban 10 en la primera semifinal de Eurovisión 2023. La purga pudo ser mayor porque se cuentan con los dedos de una mano (y hasta podría sobrar alguna) las propuestas con una alta potabilidad. Pero finalmente solo se quedaron fuera Irlanda, Malta, Azerbaiyán, Países Bajos y Lituania.

Abrió el fuego la italiana de madre noruega Alessandra Mele, que cantó en inglés para Noruega el típico tema eurovisivo de esta y las últimas treinta ediciones. Su título, Queen of Kings. Los expertos y las casas de apuestas hablan de ella como una de las grandes favoritas. Normal: es el típico tema eurovisivo de esta y las últimas treinta ediciones.

A continuación, turno para The Rusker, músicos callejeros malteses, con una formación atípica: saxo (siempre sexy; nos referimos al sonido), batería y vocalista. Sonaron a 4 Town. Si hay algún eurofan leyendo se preguntará quién demonios son los 4 Town. Para ahorrarle la búsqueda en Google se lo decimos ya: la banda por la que Mei-Mei loqueaba en la película infantil Red.

Sin apenas respiro, saltó al escenario el serbio Luke Black, residente en Londres, cantó un tema que evocó a Robert Smith, por sus movimientos, su vestimenta y el aire a The Cure de su propuesta musical, titulada Samo Mi Se Spava.

Cuatro amigos de Riga

Cuatro amigos de la Escuela de Música de Riga (Lituania), Sudden Lights, cantaron, también en inglés, Aija. Es un tema de pop guitarrero, con giros vocales a lo Chris Martin, y con los sube y baja tan típicos de Coldplay. Se atrevieron con ello en la tierra de The Beatles, Liverpool, que es donde se celebra el festival por la imposibilidad de hacerlo en la ganadora Ucrania.

La autodidacta Marisa Mena (Mimicat), que ya quiso representar a Portugal con quince años, lo ha hecho ahora, cerca ya de los 40 con una puesta en escena y un sonido que nos llevaron a Chicago (el musical) desde su Coimbra natal.

Los U2, presentes en Liverpool

Los irlandeses Wild Youth son los que impidieron que Johnny Rotten se subiese anoche al escenario de Liverpool. El cantante es un primo lejano de Bustamante que vistió un traje de Boney M y que cantó un tema que sonó a primer descarte de uno de los discos crepusculares de U2.

En Eurovisión siempre hay espacio para las bandas chistosas y pasadas de rosca. Los croatas Let 3, que en realidad eran cinco, forman parte de esta cuota. Se presentaron con una canción horrorosa que presuntamente es una crítica a Putin y sus ansias expansionistas. Es el típico tema con el que torturarían en Siberia. Incomprensiblemente, fue una de las diez elegidas.

El suizo Remo Forrer desplegó su chorro de voz, como corresponde a un ganador de La Voz. Su baladita subió los niveles de azúcar al respetable.

El representante suizo, durante su actuación este martesLa 1

Es joven, es guapísima, canta bien, baila mejor, la coreografía es potente y el tema resulta pegadizo. ¿Chanel? No, es Noa Kirel. Estrella pop y actriz de éxito en su país, ha cantado en Tel Aviv para 35.000 personas así que lo de anoche en Liverpool fue coser y cantar. Se metió al público en el bolsillo con Unicorn, que apunta alto en las apuestas. Ah, gracias a ella el español sonó por primera vez en la actual edición de Eurovisión: en concreto, la palabra «fenomenal».

El ritmo étnico lo puso, adobado con electrónica, el moldavo Pasa Parfeni. Pasó con más pena que gloria.

Suecia, palabras mayores

Hablar de Suecia en Eurovisión son palabras mayores. Vuelve a apostar fuerte con Loreen, la participante más conocida de todas las semifinalistas (ganó el festival en 2012 y en España fue en su día número uno de Los 40). Puro ciclón en el escenario, es lo más parecido a Mónica Naranjo que puedes encontrar en el país de Ikea. Arrolló con Tattoo.

Unos gemelos de Azerbaiyán, presentados bajo el nombre de TuralTuranX, cantaron a continuación una de esas cancioncillas pop efímeras como una burbuja de jabón, candidata al olvido inmediato por simplona.

Traca final

Un momento de la actuación de VesnaL.a 1

Chequia presentó un sexteto femenino, Vesna. Comparecieron vestidas de rosa de abajo a arriba para cantar, en checo, inglés, búlgaro y ucraniano, My Sister's Crown, una canción con partes rapeadas, bases electrónicas y una cuidada puesta en escena. Seguramente, la propuesta más original de la noche.

Desde Países Bajos llegaron Mia Nicolai y Dion Cooper con Burning Day Light, que nos devolvieron el recuerdo de Amaia y Alfred estrellándose con Tu canción en Eurovisión 2018.

El finlandés Käärijä se presentó con Cha Cha Cha. Es una propuesta nada chachachá, un batido sonoro con un mucho de rapeo, un bastante de electrónica, unas gotitas de heavy y un poquito (al final) de música ligera. La coreografía está trabajada y el muchacho tiene carisma en el escenario, de ahí que se le considere uno de los favoritos al triunfo final.

La votación

Tras la quince actuaciones se abrió la televotación, donde solo se pudieron ejercer tan democrático derecho los países participantes, Francia, Alemania e Italia. Pasadas las onces, se comunicó los finalistas por este orden: Croacia, Moldavia, Suiza, Finlandia, Chequia, Israel, Portugal, Suecia, Serbia y Noruega. Esta última, considerada una de las favoritas, tuvo que aguardar hasta el segundo final para saber si accedía o no: a su representante, Alessandra, casi le da algo.