‘Mi casa es la tuya’
Verdasco y su primer encuentro con Ana Boyer: «Fue una señal de Dios»
El tenista elogia la inteligencia de su mujer: «Tiene la cabeza de su padre»
Fernando Verdasco recibió a Bertín Osborne en casa de su suegra, Isabel Presyler, donde pasa breves temporadas con su mujer, pues la pareja reside en el extranjero. Su padre, dos hermanas y su mujer, Ana Boyer, fueron los comensales. El cantante, muy observador, se dio cuenta de que la cocina no era la misma que cuando, años atrás, estuvo en esa misma casa con Tamara Falcó. Verdasco explicó que la hermana de su mujer la cambió después de su paso por MasterChef.
Desde niño lo tuvo claro
Viene de una familia de hosteleros. Su abuelo fue el fundador del mítico Café de Chinitas, del que su hermana mayor, Sara, «ha tomado un tanto las riendas», al igual que del otro negocio familiar, La Cañada, de Boadilla del Monte. Sara, por cierto, está casada con Juan Carmona, sobrino de Antonio (Ketama) Carmona. Pero él desde que tenía cuatro años y empezó a recibir clases tuvo claro que lo suyo era el tenis. Acertó: llegó a ser siete del mundo.
De crío conoció a Feliciano López, que es su «mejor amigo en el circuito». Su mejor victoria individual fue el Conde de Godó de 2010. Pero hay otros dos partidos por los que la gente lo recuerda. Aquella semifinal antológica en el Open de Australia frente a Rafa Nadal: «El más duro de lejos es Rafa. Hay que matarle y rematarle, y matarle diez veces». Lo llevó al límite, pero perdió. «Después estuve dos días en Australia porque no podía andar», recordó. Contó el menú de un partido de alta exigencia: un par de manzanas antes de jugar; una hora antes, un bollo con miel y manteca de cacahuete; durante el juego, bebidas ricas en proteínas, carbohidratos y sales minerales, además de comida.
El otro partido para el recuerdo el triunfo sobre el argentino Acasuso que dio a España en la Copa Davis en 2008.
Su relación con Ana
En 2003 conoció a Enrique Iglesias durante un torneo de tenis al que el cantante acudió con su pareja, la extenista Kournikova. En 2012 acudió a verlo a un concierto en Madrid. Y allí vio a Ana en persona por primera vez. «Los conocí a todos, salvo a Chábeli, antes que Ana», reveló sobre su familia política.
«Ese fin de semana conocí a Ana, y ese fin de semana gané a Rafa después de trece veces. Fue una señal de Dios. Y ahí fue un poco cuando me planteé: ‘Tengo que dejar a mi novia [la de entonces] y empezar aquí a picar piedra’». Lo de las «trece veces» es porque había perdido en todas esas ocasiones en el tenis profesional (le había ganado en semifianles del campeonato de España junior) hasta que ese día le ganó en el Mutua Madrid Open.
En septiembre de 2013 empezaron a salir. «El primer año fue complicado. Ella trabajaba de sol a sol en una compañía en Madrid, en las torres KIO. Consultor estratégico. A veces iba a las siete y media de la mañana y volvía a la una de la madrugada. Estábamos semanas sin vernos». En 2016 decidió tomarse un pequeño período de excedencia. Lo fue prolongando. “Y no ha vuelto desde entonces».
«Es la cabeza de su padre», elogia su inteligencia.
Residen en Doha desde 2016, donde él, Ana, sus hijos Miguel (4) y Mateo (2), donde han encontrado «privacidad y seguridad». «Todo el tema de prensa ni existe», remarcó.