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La Barraca: la compañía ambulante que transforma en cines las plazas de los pueblos de España

En el Ayuntamiento de Torrelaguna los vecinos ocuparon todas las localidades y disfrutaron en familia de la sesión de cine de verano

Hubo un tiempo en que los cinematógrafos se trasladaban de pueblo en pueblo, o de ciudad en ciudad, para que el cine llegase a todos los rincones de España. Fue en mayo de 1896, en Madrid, en la Carrera de San Jerónimo, donde los españoles disfrutaron de las primeras imágenes en movimiento. Pero, gracias a esos cines ambulantes, que muchas veces se conocían por el nombre de su propietario, las películas llegaron fuera de las ciudades. Por ejemplo, en Nájera (La Rioja), en 1920, los vecinos pudieron disfrutarlas gracias al cine ambulante de Pío Pascual, entre otros.

Vista del campanario de la Iglesia de la Magdalena desde la plaza de TorrelagunaJorge Ruiz

La Unión Federal de Estudiantes Hispanos hizo lo propio con el Teatro bajo la dirección de Federico García Lorca. Así nació La Barraca, donde los espectadores no solo eran meros observadores del espectáculo, sino que se convertían en participantes. El teatro ambulante de Lorca inspiró a muchos, incluida a la directora, guionista y productora Patricia de Luna, que junto a su compañera Iratxe Quintana, productora teatral y gestora cultural, recuperó el nombre de La Barraca y lo aplicó al cine. Así, poco antes de la pandemia, montaron un carromato, su Barraca de cine, para acercar el séptimo arte a sectores de la población privados de cultura.

Es viernes y La Barraca hace parada en el municipio madrileño de Torrelaguna. El cine más cercano está a más de 20 kilómetros, el autocine de El Casar; los torrelagunenses lo tienen fácil hoy para evitar la rutina. Las calles están prácticamente vacías durante las horas de más calor, pero cuando empieza a ponerse el sol algún vecino se anima a pasear. Las cigüeñas parecen estatuas en lo alto del campanario mientras observan a los curiosos que se acercan al ayuntamiento a ver qué están montando. Los carteles anuncian el cine de verano, muchos se paran a consultar la película que se va a proyectar, pero cuando se le pregunta si van a acercarse por la noche les entra el rubor y empiezan a caminar rápido.

Momento de presentación de la noche de cine de La Barraca en TorrelagunaJorge Ruiz

Contra todo pronóstico, cuando cae la noche, el lugar se va llenando. Adultos y grupos de amigos se sientan en la terraza del Bar La Plaza mientras los niños juegan curiosos alrededor de la pantalla de cine. Cuando se enciende el proyector son los primeros en sentarse a ver el corto de las hermanas Sara y Miriam García, 'Ratones intrépidos'; es un corto infantil, pero los mayores acaban cediendo a la curiosidad y se sientan junto a los más pequeños.