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Fotograma de Misión Imposible

Crítica de cine

Tom Cruise no decepciona a pesar de sus sesenta años

Este 12 de julio de 2023 Ethan Hunt vuelve a reunir a su pandilla para enfrenarse al villano definitivo, la inteligencia artificial

Es fácil hacer la crítica de una película como esta. Si entretiene suficientemente ha cumplido su objetivo. Si divierte solo a ratos, es una cinta fallida. Si aburre, un fracaso total. Lo demás es secundario. Estamos ante un producto de entretenimiento y debe dar lo que promete. Y creo que en este caso Misión Imposible: Sentencia Mortal lo hace bastante bien. La séptima entrega de la saga no renuncia a sus elementos característicos, y Tom Cruise, sexagenario, sigue protagonizando sin dobles las arriesgadas escenas de acción. Su personaje, el ya mítico Ethan Hunt, comparte aventura con sus habituales colaboradores, Luther (Ving Rhames), Benji (Simon Pegg) e Ilsa (Rebecca Ferguson). Pero también hay nuevos personajes que se incorporan al equipo, como Grace (Haley Atwell). Al frente sigue Christopher McQuarrie como director, y obviamente, Tom Cruise como productor.

¿De qué va la cosa? De Inteligencia Artificial, cómo no. Un sofisticado programa, capaz de hackear cualquier cosa sin que nadie lo detecte, ha adquirido suficiente autonomía como para decidir por su cuenta. Hacerse con ese programa es el anhelo de todos los grandes poderes que desean controlar el mundo. Así que lo mejor es destruirlo. Pero para ello es necesario encontrar la llave que abre el código base. Y esa es la misión imposible de Ethan Hunt.

La película, como es de esperar, nos va a llevar de viaje desde el Mar de Bering al desierto de Arabia, de Venecia a los Alpes austriacos, por supuesto, pasando por la Roma eterna, que nos va a deparar una de las secuencias más divertidas a bordo de un viejo cinquecento amarillo. Y es que la película tiene bastantes escenas o situaciones cómicas que funcionan bien. En el apartado de espectacularidad, la palma se la lleva la larga secuencia del tren en el puente, con brillantes logros digitales, y con ciertos logros adrenalínicos. No faltan las mujeres empoderadas, a lo 007, como las anteriormente citadas, a las que hay que añadir a la sugerente Viuda Blanca (Vanessa Kirby).

Aunque los conflictos dramáticos y morales de estas películas son más elementales que un cubo, aquí se plantea si vale la pena sacrificar lo más querido en aras del bien global de la Humanidad. Algo que Cruise y sus compañeros tienen bastante claro.

Como anécdota, hay que recordar que la pandemia irrumpió en mitad del rodaje, y Tom Cruise pagó de su bolsillo a los miembros del equipo durante los meses en los que no se pudo trabajar. Lo cual habla bien tanto de Cruise como de su bolsillo.

En definitiva: buen producto de entretenimiento. Más de dos horas y media que se hacen bastante llevaderos, buena exhibición de la forma física de Cruise, y sobrado espectáculo de acción, con la consabida destrucción de coches, motos, puentes, balaustradas e incluso submarinos. Como dijimos al principio, no se puede pedir más. Y se agradece la ausencia de peajes ideológicos de moda. Un respiro.