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Una escena de Sound of Freedom con Jim CaviezelAngel Studios

Cine

¿Por qué Sound of Freedom levanta tanta polémica? La cinta de Jim Caviezel que denuncia el tráfico de niños

La película de producción independiente ha llegado a lo más alto de la taquilla en Estados Unidos provocando un gran debate en torno al tema central de la cinta: el tráfico de niños

La industria del tráfico humano mueve alrededor de 150.000 millones de dólares al año, según cifras oficiales que incluyen un documento emitido por la Casa Blanca. Aunque sea difícil conocer las cifras exactas, los expertos en tráfico infantil coinciden en que cada año desaparecen en el mundo entre uno y dos millones de niños. Algunos tienen la suerte de ser encontrados, mientras que los demás terminan en redes de tráfico sexual. Según la Organización Internacional del Trabajo –con cifras publicadas en septiembre de 2022– hay 3,3 millones de niños y niñas en situación de esclavitud, de los que más de 1,65 millones son explotados sexualmente en redes de prostitución, pornografía infantil o incluso espectáculos sexuales públicos o privados. Estas aberrantes cifras son las que sostienen la película Sound of Freedom, protagonizada por Jim Caviezel y Mira Sorvino, y producida por Eduardo Verástegui, que busca concienciar sobre este oscuro negocio que sobrevive oculto a los ojos de todos en la sociedad gracias a la miseria humana más oscura y perversa.

La cinta que se estrenó el 4 de julio en Estados Unidos llega a los cines españoles el próximo 11 de octubre. Pero, ¿por qué se habla tanto de esta cinta y por qué ha generado tanto revuelo? El primer dato que sorprende es su rentabilidad en taquilla: el proyecto, nacido al margen de las grandes productoras y distribuidoras de Hollywood, contó con un presupuesto de 15 millones de dólares y ya ha recaudado más de 120 millones de dólares solo en Estados Unidos. En sus primeros nueve días en los cines, más de cuatro millones de norteamericanos acudieron al cine a verla, llegando a superar a la última entrega de la saga de Indiana Jones y arrebatándole el número uno en taquilla al que aspiraba el adiós de Harrison Ford al icónico personaje. Estos datos la convierten en la película sin vínculos con los grandes estudios más vista de los últimos tres años.

Una niña en una de las escenas de Sound of FreedomAngel Studios

Sound of Freedom está dirigida por Alejandro Monteverde y producida por Eduardo Verástegui. Ambos trabajaron también en la cinta Bella, que se estrenó en 2006 gracias al impulso del recién convertido al cristianismo Verástegui y para concienciar sobre el aborto. Cuenta la historia real de Tim Ballard, un exagente del Gobierno de los Estados Unidos que decide liberar a dos hermanos hondureños que han caído en las garras de una mafia de tráfico infantil en Colombia. La película se centra en Ballard y su lucha contra un gran enemigo disperso por el mundo. Un diálogo de la cinta entre el protagonista y un compañero resume la dimensión y la brutalidad del tráfico infantil y la pedofilia:

- ¿Cuántos pedófilos has atrapado?

- 288

- ¿Y cuántos niños has encontrado?

- ... (silencio)

La película, además de cosechar un éxito incontestable en taquilla, ha generado un movimiento social y político que ha atraído a numerosos famosos –desde Fonsi Nieto a Alejandro Sanz, pasando por Mel Gibson y hasta el expresidente Donald Trump–. Gran parte de este revuelo social se debe a las entrevistas que ha concedido Jim Caviezel sobre la cinta y las demoledoras afirmaciones que ha realizado.

Además de Caviezel y Verástegui, detrás de la irrupción de Sound of Freedom en los cines está la distribuidora norteamericana Angel Studios, especializada en películas con valores cristianos. Es el estudio que llevó a la gran pantalla The Chosen, una exitosa serie centrada en la figura de Jesucristo y sus doce apóstoles que lleva más de 500 millones de visionados solo en España y en la plataforma de Movistar+. Entre los estudios que rechazaron el proyecto se encuentran Disney, 20th Century Fox, Amazon o Netflix. Ninguno de ellos quiso tener nada que ver con la película, alimentando la teoría de una élite que se opone a que el tema del tráfico infantil se convierta en un debate público.