Televisión
El porqué del éxito en audiencias del Grand Prix casi 20 años después
Muchas veces se dice que las segundas partes nunca son buenas, pero hay casos como Operación Triunfo, la vuelta de Física o Química o Los hombres de Paco hacen dudar de esta expresión. Y claro que no iba a serlo menos El Grand Prix del verano, que de momento esta generando una audiencia utópica para el momento del año en que se emite.
El legendario programa que ya amenizó las noches de verano hace casi dos décadas, ha vuelto para quedarse. Las pruebas que ya sacaban una carcajada a muchas familias están volviéndolo a conseguir. Las grandes audiencias en los episodios emitidos –casi seis millones de espectadores únicos y un 26,1% de cuota de pantalla– muestran las ganas que tenía el público de la vuelta de este mítico programa español.
El nuevo éxito de este programa reside en distintos detalles que han ido cuidando para que el reestreno del Grand Prix no fuera un fracaso.
Sentimiento de nostalgia
Uno de los motivos que han provocado el triunfo en las audiencias ha sido las ganas de volver a aquellos años en los que disfrutaban con sus familias. Reciclar las risas con los nuevos integrantes de cada familia han logrado que mucha gente siga enganchada a su televisor.
Reírse una y otra vez
Ante un mundo con cada vez más programas de información y menos de entretenimiento es más complicado olvidar el mundo caótico en el que vivimos. Esto sí que lo permite el Grand Prix al ver alguno de los tortazos o a alguien tropezarse permite a la audiencia desconectar y detraerse durante la emisión del programa.
De generación en generación
Hace casi dos décadas la mayor parte de la audiencia del Grand Prix del verano eran niños y abuelos. Ahora son los hijos de esos niños los que disfrutan de este programa junto a sus padres. Asimismo, el morbo de tener que escoger un bando ha logrado despertar un interés especial en este nuevo publico para animar al equipo amarillo o al azul.
Ramón García como elemento base
Hay programas que no podrían ser vistos de la misma manera sin sus presentadores. De la misma forma que el Hormiguero cuenta con Pablo Motos o Pesadilla en la Cocina cuenta con Alberto Chicote, El Grand Prix del Verano no podía regresar sin su mítico presentador, Ramón García. De la misma forma que nos regaló en sus días momentos memorables, lo esta volviendo a hacer ahora.
Adaptarse a las nuevas generaciones
A pesar de que hayan vuelto a apostar por Ramon García han introducido ciertas novedades para adaptarse y llegar a nuevos espectadores: nuevas pruebas, otros colaboradores e incluso nuevas mascotas. Ahora el mítico presentador tiene como colaboradores a la famosa 'streamer', Cristinini y a Michelle Calvó. De esta forma se aseguran llegar a las nuevas generaciones manteniendo algunos elementos de su versión más clásica.
Muchas de las pruebas más clásicas se han mantenido: Los troncos locos, los bolos (ahora llamados Superbolos), La patata Caliente y el baloncesto en pañales. De la misma manera han introducido nuevas pruebas que parecen haber enganchado a las nuevas y viejas audiencias.