Dani Mateo, sobre su lamentable gag sonándose la nariz con la bandera de España: «Es un trozo de tela»

Corría octubre de 2018 cuando Dani Mateo se convertía en el centro de todas las críticas por un desafortunado gesto con la bandera de España. Intentando hacer humor en un sketch en El Intermedio, el cómico se sonaba los mocos con uno de los símbolos de su país, provocando un gran revuelo justo un día después de la lectura de la Constitución por parte de la Princesa Leonor.

Entonces, la situación política no era favorable, y el televisivo aprovechó la oportunidad para hacerse oír en la pequeña pantalla. Pero no le salió como esperaba. Su lamentable actuación le hizo perder contratos de publicidad, asumir las críticas sobre su persona y su moral e, incluso, intentar defenderse ante un juez. La cadena retiró el vídeo y pidió perdón por la ofensa. Ahora, Mateo ha recordado la polémica que hizo mella en su reputación y en su familia.

El humorista ha acudido como invitado al podcast Triunfitas con traumitas presentado por Samantha Gilabert y Maialen Gurbindo. Dejando claro que si lo hiciera ahora el revuelo sería aún mayor, el presentador ha explicado que su intención fue denunciar el uso que se estaba haciendo de la bandera de España para dividir a la sociedad, o eso creía él que demostraba con su gesto. «En ese momento, esa bandera era la de los españoles contra otros españoles y quisimos hacer la referencia de que es un trozo de tela, es un símbolo, pero es más importante el ser humano que hay debajo de la bandera», ha explicado.

Las múltiples consecuencias

Pero su reputación cayó en picado después de haber ofendido a gran parte de la población española en un momento político convulso. Reírse de un «trozo de tela» que simboliza un país le salió bastante caro. Más allá de las pérdidas laborales que le supuso un humor no aplaudido, su desafortunado gag tuvo daños colaterales.

«Ahora lo reflexiono y pienso: ‘No sé para qué salí a decir nada’. Toda la gente que me atacó, ya me odiaba por salir en ese programa», ha expresado, pero su familia fue la peor parada. «La peor parte fue ver a mi madre destruida, les insultaban por la calle... También hay que reconocer que trabajar en El Intermedio es un deporte de riesgo», ha sentenciado.

Dani Mateo tuvo que sentarse en el banquillo e intentar defenderse de la denuncia interpuesta por la Alternativa Sindical de Policía por un presunto delito de odio y ultraje a símbolos nacionales que, según el Código Penal, estaba castigado con una multa de 12 meses a cuatro años de prisión. Finalmente, el magistrado Adolfo Carretero archivó la causa tras la petición de la fiscalía de sobreseer el proceso al considerar estar amparado por la libertad de expresión. Carretero afirmó que la actuación de Dani Mateo –sonarse los mocos con la bandera, llamarla «trapo que se vende en los chinos» y tirarla al suelo– constituía «actos denigratorios», pero que se trataba de «una actuación humorística, muy desafortunada y provocadora», descartando así los delitos imputados.