'El Hormiguero'
La razón por la que Isabel Pantoja cree en el destino
La tonadillera abrió la nueva temporada del programa de Motos entre lágrimas y recuerdos
Un plató entregado recibió a Isabel Pantoja, que una anterior visita a El Hormiguero marcó récord de audiencia.
La excusa para la visita era una, sus 50 años en la música, pero la conversación abordó también temas más íntimos. «Han sido años duros, personales, pero al mismo tiempo he tenido a Dios a mi lado, porque soy creyente, y a mi público. Creyeron en mí desde el primer minuto que salí a cantar, con 15 años, y desde entonces no me han dejado la mano».
En Navidad saldrá un doble vinilo que celebrará sus 50 años en la música. En el primero se incluirán nuevas versiones de canciones que grabó con 15 y 16 años. El segundo es una recopilación de temas ajenos que le gustan. «Esto lo he hecho por mis fans. Por las gentes que realmente me quiere, que son muchas [personas]. E indiscutiblemente lo he hecho por mi madre», dijo antes de emocionarse y empezar a llorar.
Su madre, en el recuerdo
«Hemos estado con ella hasta el último minuto, yo y mis hermanos. Sigue siendo nuestra reina. No era la madre de la Pantoja. Era una madre normal, como la tuya, que quería a sus hijos, uno por uno», recordó a su progenitora, fallecida en 2021.
El disco va por ella, y su música, en general, también. «Cantar después de morir tu madre es muy duro. No es escribir a máquina». Esa primera vez sin ella fue en América, porque no se sentía «preparada» aún para hacerlo en España. Cuenta con apoyos familiares: «Los amo por encima de todo», dijo de sus hermanos, y citó también a su «cuñada» y a sus «amigas». No nombró a su hijo.
Con ese círculo íntimo se ve en su casa. «Yo soy de poco salir. Toda mi vida. Yo estoy en mi casa porque quiero. No porque nadie me prohíba salir o ir a ningún sitio».
Sin arrepentimiento
Después, la conversación entró en un tramo de preguntas directas. Motos le preguntó si se arrepiente de algo. «Yo no me arrepiento. Se tienen que arrepentir las personas que lo han hecho mal conmigo. Porque yo, creo, que no le hecho mal a nadie».
A continuación, el presentador le preguntó si cree en el destino. «Sí, totalmente. Eso está escrito, porque además lo viví, con mi marido», contestó. Motos quiso que le detallase lo que vivió con su marido, y la tonadillera se fue a aquella fatídica tarde en Pozoblanco en la que un toro mató a Paquirri. «Él tenía ese día que torear una serie de toros, que eran de una ganadería, por un dinero… Él no quería ir, porque le pillaba lejos, lo quiso cambiar todo para no ir. Y se lo cambiaron todo, lo que él pidió. Era su destino. Porque si hubiese ido con lo que había, a lo mejor no le hubiese pasado nada. Entonces sí creo en el destino. Yo creo que donde está el cuerpo está lo que tenga que estar. Pero como creo en Dios sobre todas las cosas del mundo, y en mi Virgen del Rocío y en mi Virgen del Carmen», concluyó.
Los nervios siguen ahí, cincuenta años después, antes de salir al escenario: «Me da por limpiar. Después de ensayar. Yo tengo que estar cansada». Más secretos: «Me afecta muchísimo el sol». De hecho, dice que si toma el sol boca arriba y recibe los rayos en la garganta se queda sin voz.