El Hormiguero
¿Hubo un oso panda en la boda de Tamara Falcó?
Los tertulianos del programa de Motos repasaron las mejores anécdotas de la boda de la hija de Isabel Preysler
«Lo mal que os portasteis todos», acusó Tamara Falcó al resto de la mesa de debate de El Hormiguero. «Yo no, que me retiré pronto», replicó Nuria Roca. Aclaró la novia que lo decía, sobre todo, por Jorge Ventosa, el famoso calvo que besa Pablo Motos al inicio de cada programa.
«No fue corta. ¿Qué duró? ¿Seis horas?», empezó preguntando Juan del Val. «¿Qué hubo? ¿32 discursos?», planteó después, para después pasarse a quejarse de que varios fueron en inglés. La duración aproximada fue, en realidad, de hora y media.
«La música fue muy bonita», medió Tamara. «Cantaron el elepé entero», rebatió Pablo Motos, recordando la orquesta que intervino.
Pasaron luego a la cocina. «Los mejores aperitivos que he comido en mi vida», elogió la periodista Cristina Pardo, que fue la última de la tertulia en marcharse, en el bus de las cinco de la madrugada.
A Motos apenas le dejaron pegar bocado en los aperitivos. «Toda la boda entera me quería comentar su opinión sobre las entrevistas a Feijóo y Sánchez». Finalmente, en los primeros, pudo comer su alimento favorito: «No paraba de pasar gente preguntando '¿es usted el del pollo?'. Era media pechuga si la partes cuatro veces por la mitad. Hola y adiós», se quejó el presentador de El Hormiguero, al que le pusieron esa carne en exclusiva, mientras al resto le ponían pichón. Al presentador de Antena 3 lo sentaron junto a Chabeli. «Chabeli eres tú aumentada», le dijo a Tamara. «Yo no digo todo lo que se me pasa por la cabeza. Chabeli, sí. Chabeli es el original», admitió riendo la novia.
«Buenísimos los cócteles», mediaron las hormigas. Juan del Val optó por un gin tonic: no está acostumbrado a beber y se puso dicharachero. Después, habló con Isabel Preysler, que lo elogió: «Me encantas en la tertulia. Sobre todo, cuando discutes con Tamara». Después se marchó de la fiesta y fue puntilloso con los periodistas que había en el exterior: «Les conté la boda de principio a fin».
Las hormigas preguntaron a la recién casada si en la finca, El Rincón, donde se celebró la boda hubo, en algún momento de la historia, un oso panda, como le confirmó a una de ellas Isabel Preysler. No fue así. ¿De dónde nació la confusión? Tamara aclaró que cuando le regalaron a Chu-Lin al Rey Juan Carlos, no había mucho bambú en Madrid con el que alimentarlo: «Nosotros teníamos un bosque de bambús y le pidieron a mi familia si le podíamos mandar a Chu-Lin la comida. Estuvimos mandándola durante mucho tiempo».