El actor con la filmografía perfecta: todas sus películas ganaron el Oscar o estuvieron nominadas

Hasta los mejores actores de la historia del cine, esas grandes estrellas (o no tan grandes en fama pero sí en calidad interpretativa) en las que cualquiera de nosotros puede estar pensando ahora mismo, cuentan con algún borrón en su carrera. Con alguna película que no deberían haber hecho. Con algún papel que nunca deberían haber interpretado. Sin embargo, hay un actor que escapó a cualquier error en su filmografía.

Por un lado y por desgracia, porque únicamente pudo actuar en cinco largometrajes antes de fallecer a los 42 años; por otro, y por suerte, porque los cinco filmes en los que trabajó, realizados en un periodo de seis años, fueron nominados al Oscar a la mejor película. Tres ganaron la estatuilla más preciada. En total, sus cinco largometrajes sumaron 15 Oscar y 39 nominaciones.

Hablamos de John Cazale. Su filmografía, con independencia del éxito de sus películas en los Oscar, es perfecta en sí misma. Al igual que Salvatore Corsitto, el actor improvisado que dio comienzo a la mejor película de la historia, John Cazale debutó en el cine con El Padrino. Si Corsitto era Bonasera, el hombre de la funeraria que se presentaba en la casa de Vito Corleone el día de la boda de su hija, Cazale era Fredo, otro de los hijos del patriarca. El Padrino ganó tres Oscar, incluido el de mejor película, de un total de 11 nominaciones.

En sus dos siguientes largometrajes, ambos de 1974, John Cazale también trabajó a las órdenes de Francis Ford Coppola. Fue en La conversación, que no pudo convertir en premio ninguna de sus tres candidaturas a los Oscar –entre ellas, de nuevo, la de mejor película–, y en El Padrino II, que volvió a sumar 11 nominaciones y esta vez dobló su número de estatuillas: ganó seis Oscar, incluido el de mejor película. Un filme de Coppola con John Cazale compitiendo por el Oscar a la mejor película con otra cinta de Coppola con John Cazale.

El cuarto largometraje de John Cazale, esta vez con Sidney Lumet en la dirección, fue Tarde de perros. Su candidatura al Oscar a la mejor película fue una de las cinco que obtuvo la cinta protagonizada por Al Pacino, pero solo una terminó en premio: la de mejor guion adaptado.

La quinta y última película de John Cazale fue El cazador. Antes de comenzar el rodaje del filme de Michael Cimino, John Cazale comenzó a escupir sangre. Le dieron tres meses de vida. Los productores de El cazador, lejos de mostrar humanidad, no querían que Cazale trabajase en la película. Demasiados gastos médicos. Y no sea que fuese a morir en mitad del rodaje y tuvieran que contratar a alguien en su lugar con el perjuicio económico que ello acarrearía.

Meryl Streep, su compañera en la ficción y también en la vida real –«¿Sabes? He conocido a la mejor actriz de la historia: trabajo con ella», confesó John Cazale a su amigo Al Pacino cuando conoció a Meryl Streep en una obra de teatro–, tenía claro quién podía ayudar a su pareja, que era 14 años mayor que ella. Acudió a Robert De Niro. Y De Niro habló con los productores y prometió que, en caso de fallecimiento de Cazale, él correría con todos los gastos. Cimino se portó mejor que los productores –no era difícil– y accedió a rodar primero las escenas de Cazale.

El cazador triunfó en los Oscar: ganó cinco premios, incluido el de mejor película, de sus nueve nominaciones. John Cazale, el actor de la filmografía perfecta, no llegó a verlo.