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Casanova porta el zapato que usó como arma arrojadizaLa 1

MasterChef Celebrity

Eduardo Casanova, el gran enchufado de 'MasterChef': puede hasta lanzar zapatos

El actor muestra comportamientos insólitos que no han merecido castigo de los jueces

En todas las ediciones de MasterChef hay un enchufado. En la anterior edición de anónimos le tocó al pesado de Luca, al que la productora prolongó la estancia en el concurso y al que apenas vimos cocinar; aún así, faltó poco para que se plantase en la final. En la edición celebrity en curso el papel de enchufado, consentido, protegido o como le queramos llamar ha recaído en el «actor y director» madrileño Eduardo Casanova. Fue la gala de la pasada semana la que nos lo confirmó, y la de este jueves ha venido a reafirmarlo de un modo indudable o, hablando en plata, de forma escandalosa. ¿Qué ha pasado en una y en otra? Pues que ha tenido comportamientos que en caso de que los hubiese protagonizado otro aspirante habrían sido castigados con contundencia. En el caso de Casanova, unas risas y a otra cosa mariposa.

Lo de la pasada semana fue de traca. Los aspirantes tenían que preparar un brazo de gitano y, por esas cosas de darle gracia al programa, al muchacho le tocó hacerlo sin utensilios, como a algún otro de sus compañeros. Pero solo a él se le ocurrió que sería buena idea cortar un buen trozo de delantal. Podría haber usado papel de cocina, del que se disponía, pero opto por el tajazo.

«Esto no puede ser. ¿Para qué tienes el papel de cocina? Pues si no sabes, preguntas, pero esto no se puede hacer», reprochó Samantha Vallejo-Nágera. Pero lo dejó seguir haciendo, o sea, cocinando. Ya en el momento de la valoración, Jordi Cruz catalógo como un «sacrilegio» la acción. Para asombro de los espectadores, ahí se quedó la cosa. Lo llega a hacer –pongamos por caso– Andy, aquel abogado pijo de la octava edición de anónimos, y los chefs lo habrían despachado con rostro de «fiscal de Morena Clara», que diría María del Monte.

En la gala de este jueves compareció con el delantal cortado. Normal, porque solo hubiese faltado que le hubiesen dado otro. Casanova volvió a dar mucho juego en la gala. Primero protagonizó en la prueba de exteriores una broma un tanto fuera de tono con Jordi Cruz, al que intentó besar, es de suponer que en broma.

Pero lo peor llegó a última hora, en la prueba de eliminación. Él la estaba viendo desde la galería, pues se había ganado la continuidad en la prueba de equipos. Jordi Cruz metió un poco de cizaña preguntando a Jorge Sanz, que sí estaba jugándose seguir en el programa, qué le ocurría con su compañero de profesión Eduardo Casanova. Éste respondió que apreciaba mucho a todos los que estaban en los fogones, pero si le diesen a elegir quien se tenía que ir decía Jorge Sanz, pues es con el que menos relación tiene.

Jorge Sanz: Él está muy falto de cariño.

Eduardo Casanova: ¿Falto de cariño? ¡Que se vaya Jorge!

Jorge Sanz: Está muy falto de cariño, como habréis podido ver. Hay que darle mucho cariño.

Lo siguiente que vimos fue a Casanova quitándose un zapato y lanzándolo sobre el plato de Jorge. A continuación esperábamos que fuese una expulsión, pero no. El zapato volvió a Casanova y aquí paz y después gloria. Insólita tolerancia.

Al final no fue expulsado Jorge Sanz, sino Tania Llasera. Casanova lloró mucho, porque es una de sus amigas en el programa. Tanto lloró que, asomado a la galería como estaba, uno de sus mocos cayó sobre un operador de cámara que estaba abajo. Para rematarlo, se acabó limpiando en el delantal de Jorge Cadaval, si bien hay que decir que éste se lo ofreció cariñosamente. No hubo sanción ni para uno ni para otro.

No es comparable a la de aquel tipo de El Intermedio –también actor– al que se le dio por sonarse con la bandera de España, pero si no llega a ser Casanova el consentido, si llega a ser pongamos por caso Jorge Sanz, seguramente le habría caído sanción.