Crítica de serie
'Ahsoka' y su cierre memorable lejos de los tintes políticos de Disney
Esta temporada es la puerta mitológica del universo Star Wars
En una galaxia muy muy lejana... Dos grandes amigos se baten en duelo a espadas láser, el planeta volcánico Mustafar presencia este enfrentamiento que marcará un antes y un después en el destino galáctico. El odio se apiada de un joven Anakin Skywalker que quiere acabar con su maestro, Obi Wan. «¡Se acabó Anakin, la altura me da ventaja!», le aconseja su maestro. El joven aprendiz salta y... Un grito estremecedor retumba por la ladera del volcán, el padawan se abrasa lentamente al haberse quedado sin piernas.
Este es el preciso momento en el que Anakin 'muere' y da paso a su alter ego malvado, Darth Vader. El señor oscuro dominará la galaxia durante años, creando terror y consternación en todos sus habitantes. Esta conversión diabólica también dará lugar al desarrollo de un personaje, su padawan, Ahsoka Tano.
Para muchos este personaje les resultará completamente desconocido ya que hay que remontarse a la serie de animación Star Wars: The Clone Wars para ver a la joven padawan y a su maestro antes de pasarse al lado oscuro. También hizo una aparición en Rebels y en The Mandalorian.
Ahsoka continúa la historia tras los sucesos de la última serie de animación, una narrativa que no favorece ya que muchos fanáticos del universo solo han visto el contenido en live action y han pasado por alto este tipo de animación en 2D.
Esto genera muchas dudas y hace que el espectador se pierda muchos guiños y cameos en los diálogos que los guionistas de Star Wars suelen meter en sus proyectos. Pese a este 'gran' detalle, la trama se asemeja con la séptima entrega, pero con muchas mejoras y detalles mitológicos del universo galáctico.
Un encuentro muy especial
Magia, misterio, combates aéreos, duelos a espadas láser, animales fantásticos y un rencuentro muy especial han dado vida a esta serie que ha logrado que los amantes de Star Wars quieran antes a la aprendiz de Anakin que a Rey 'Skywalker'. El motivo es claro, Ahsoka es fruto de varios proyectos y años de formación. Además, mantiene la esencia de los antiguos jedi, Kuaiwon Jhin, Obi Wan, Maze Windu... con la disciplina, la paciencia y el sosiego que les caracteriza.
El resto de los personajes de Rebels pasan a un segundo plano a excepción de Sabine Wren, la aprendiz de Ahsoka, –está claro que esta serie quiere reflejar un punto aparte, pese a la continuidad narrativa–. La mandaloriana se empeña en encontrar a su amigo Ezra Bridger, quién se sacrificó para encerrar al malvado Gran Almirante Thrawn.
Este misterio por ver si dan con el paradero de ambos acaparará la intriga de los espectadores hasta el final de la serie, un recurso muy inteligente por parte de los guionistas para tener atentos a todos los amantes de Star Wars.
El director de la serie, Dave Filoni, ha tratado otro tema que a los verdaderos amantes de Star Wars siempre han querido ver, la mitología que se comentaba en las precuelas.
Cuantos de nosotros no hemos querido conocer a Darth Plaggueis y el poder de resucitar a sus seres queridos –aquello que el emperador Palpatine le prometió a Anakin al pasarse al lado oscuro–. Hay que estar muy atentos a estos ligeros detalles porque hay veces que pasan desapercibidos.
Filoni ha comentado que Ahsoka, Boba Fett y Mando culminarán sus entregan en un crossover final que se estrenará en la gran pantalla. Hay dos cuestiones que deberán abordar. En primer lugar, justificar la desaparición de la jedi ya que en la última trilogía no aparece.
La segunda, da para soñar, y viendo que el director americano tiende por la mitología… solo hay que decir que el primer mandaloriano jedi –un ser todopoderoso– creó la espada oscura, y Baby Yoda ya ha aceptado su credo y es sensible a la fuerza...