Lo que el psicólogo ha prohibido a Ferran Torres

Junto a sus compañeros, Ferran Torres selló este domingo el billete de España a la Eurocopa de Alemania. En la victoria ante Noruega se da «un 7» como nota. «No metí un gol ni al arco iris, pero el equipo ganó», apuntó sobre el partido.

Recordó la pasada temporada, en la que una lesión en el pie en verano le impidió «ponerse a su nivel» y, en consecuencia, pasó un tiempo «a nivel de cabeza un poco débil, un poco floja». Pero extrae conclusiones positivas: «Fue duro, pero a día de hoy pienso que ha sido el mejor año de mi vida, en el que he aprendido un montón, en el que he sacado cosas más positivas que negativas». Todo ello ha ayudado «al proceso de construcción al Ferran que soy hoy».

En qué ha cambiado: «Ahora me centro en lo que me puedo controlar, en lo que depende de mí, que no me pueda reprochar nada», detalló. El trabajo mental ha sido fundamental en la recuperación: «Cuesta más recuperar la confianza en uno mismo que una lesión. Desde pequeños estamos en el foco mediático. Ponerse en manos de profesionales no es algo malo, es algo que cada vez se tiene que naturalizar más». Da mucha importancia a su círculo de familiares y amigos: «Creo en mí mismo y estoy muy agradecido al círculo que tengo». Como parte de la terapia, le recomendaron no leer nada en redes sociales y nada en prensa sobre él y su juego. «Lees cien buenos y uno malo y te quedas con el malo». «Por mi bienestar, tengo bloqueada toda la prensa. Porque no me importa lo que digan de mí», comentó.

Tras pasar por todo esto proceso, se ha tatuado este lema en la espalda: «Lo intentas, te equivocas y te vuelves a levantar».

Tiene un carácter bromista, que mostró en la última parte de la entrevista. Y en los vestuarios, concentraciones y viajes. No se recomienda sentarse al lado de él en un avión: «¿Estás oyendo ese ruido? ¿Ese ruido no es normal?», son dos de las preguntas con las que tortura a su compañero de asiento. En el último viaje con la selección fue Morata. También contó, divertido, como su carrera empezó a crecer en categorías inferiores tras sufrir una mononucleosis; a la vuelta de la enfermedad metía goles a pares: «Pensaba: 'Necesito una mononucleosis todos los años'».