El curioso lugar en el que Manu Carrasco conoció a su mujer

Está escrito, una y mil veces, que Manu Carrasco conoció a su mujer, Almudena Navalón, durante una entrevista. Seguramente porque el oficio de ella es el de periodista, la versión triunfó y así se ha venido diciendo. Hasta ahora. Ha sido la propia Almudena, extrañada por esta versión falsa, la que se lo ha aclarado al novato (presentador) Joaquín el del Betis.

«No lo conocí en una entrevista, como he leído por ahí», quiso aclarar Almudena. «Fue muchísimo más romántico. Somos románticos rock and roll…», añadió. Literal lo del rock and roll. Se vieron por primera vez en un ruidoso local: «Nos conocimos en un after. Serían las cuatro de la mañana». No en uno cualquiera, sino de lo más curioso: «Es un sitio clandestino, hay que entrar con huella dactilar». Hablaron un rato, pero ella estaba con amigos y les dio prioridad. «Yo le pedí su huella», confirmó Manuel. «Y yo se la dejé en un papel», añadió la que hoy es su mujer. La huella y el teléfono, que le sonó solo unas horas después. Por cierto, «hay una letra de una canción que habla de ese papel», dejó caer Almudena para las muy fans.

Tiempo después llegó la petición de matrimonio. Ella había sado, al concierto de una amiga. Él aguardó en casa. Ambientó con velas. Había champán sobre la mesa. Decidió poner «una canción especial», de James Blake, cuyo título no dijo. Pero ella no llegaba: «Me voy a acostar porque no viene», pensó el cantante. Al fin lo hizo: «Ella venía entonadita; y yo, a palo seco». «Hinqué rodilla», recordó Manuel.

Las ha ido muy bien. Tienen dos hijos en común: «Se me ha ampliado la vida. Es una cosa muy fuerte, y cada vez más», asegura el artista de Isla Cristina, ahora residente en Madrid. Y trabajan juntos: «Sería imposible hacer todas las cosas excepcionales y bonitas que nos están ocurriendo si no estuviera ella. A nivel creativo, a nivel artístico…», la elogia él. «Soy una mera trabajadora», responde, modesta, ella.