
Elena Furiase abandono sus estudios debido a la popularidad que obtuvo con la serie El Internado
Televisión
La crítica de Elena Furiase a Mediaset tras el precipitado final de 'Mía es la venganza'
La ficción arrancó en Telecinco y se trasladó a Divinity, donde terminó el pasado 10 de noviembre
Con el precipitado desenlace de la serie Mía es la venganza se ha puesto fin a una ficción que estuvo marcada por la polémica desde su estreno. Comenzaron a emitirse los primeros episodios en Telecinco, a mediados del pasado mes de junio, quitando así minutos a Sálvame, lo que provocó un descontento entre los seguidores del espacio conducido por Jorge Javier Vázquez. Poco a poco fue perdiendo público hasta que fue trasladada a Divinity, donde terminó el pasado viernes 10 de noviembre ante 228.000 espectadores, el 2,8% de la audiencia.
Fueron varios los que formaron parte de este proyecto televisivo los que se pronunciaron, quejándose del trato recibido por parte de Mediaset. Muy crítica se mostró la protagonista, Lydia Bosh, que lamentó no haber podido tener más tiempo para poder reconducir la serie, cancelada a pocas semanas de empezar. Se une a esta línea de reproches otra de las actrices que formaron parte del elenco. Elena Furiase, que dio vida a Lucía Serrano, publicó un mensaje en su cuenta de Instagram en la que habló sobre su participación y cómo vivió el declive de este reto profesional.
«Hoy se termina de cerrar el círculo, la serie Mía es la venganza llega a su fin. Una serie que empezó en el caos y continuó en él hasta el fin de sus días; una serie a la que le faltó cariño y paciencia por parte de algunos, y a la que le sobró dedicación y esfuerzo por parte de otros”, indicó con resignación. «Se hizo lo que se pudo, o lo que nos dejaron, mejor dicho», expresó, descontenta con la drástica decisión del holding italiano. A pesar de todo, la hija de Lolita Flores quiso también añadir a su escrito unas palabras de agradecimiento a los responsables de la trama y compañeros de reparto. «Pisar aquel plató cada día era un gusto, uno de los buenos. Fuimos una familia en la que podíamos andar descalzos por casa y todos los días en vez de 'holas' había abrazos. Sin duda, de los mejores equipos con los que he trabajado. Tened por seguro que os llevaré en mi corazón», sentenció.