‘El Hormiguero’
El nuevo pronóstico de Pedrerol: «El tic-tac va a acabar este verano»
El periodista considera que, a día de hoy, Bellingham es mejor que Mbappé
Empezó haciendo una reivindicación del rey de los deportes: «El fútbol une a la gente. Cuando no sabes de qué hablar, el fútbol es un recurso. El fútbol y el tiempo». Y proclamando, de nuevo, que es del Barça. ¿Se puede ser del ocnjunto culé sin ser antimadridista?, planteó Pablo Motos. «Yo soy del Barça. Yo nací en Sans, en Barcelona, a lado de Las Corts. Y soy del Barça. Pero si el Barça lo hace mal, lo digo. Y cuando hay Champions, si el Madrid juega con un equipo extranjero, quiero que gane el Madrid. Y eso no se entiende», dijo y el público lo premió con una ovación.
Diez años lleva con Jugones y con El Chiringuito. ¿La clave?: «Somos de verdad: nos equivocamos y acertamos. Y porque damos noticias, y hacemos compañía la gente. Y hay gente a la que no le gusta al fútbol, como a ti, que os puede gustar». Es un programa adaptado a los nuevos tiempos. «Intentamos acercanos a la gente joven a través del móvil». No teme a la competencia de los streamers, a los que ve como un producto diferente, pues hacen «una entrevista menos agresiva, como tú», le dijo a Motos.
Presume de dar noticias, pero en su día anunció que lo del Mbappé y el Real Madrid estaba hecho. Hace cuatro años empleó por primera vez lo de «tic-tac», en Jugones, a las tres de la tarde, «cuando Mbappé tenía que llegar al Madrid». Y pronostica que en unos meses dejará de hacerlo. «El tic-tac va a acabar este verano, que querrá decir que por fin llegue en Mbappé al Real Madrid. Yo creo que vendrá. Tengo buena información. La misma que hace tres años y que hace uno». «No es que la información [del pasado] fuese mala, es que Mbappé cambió de opinión», se justificó. «Cuando venga, llenará el Bernabéu», pronosticó. No obstante, cree que a día de hoy es mejor Bellingham.
La amnistía
El tema de la amnistía también se tocó: «Yo no me quiero creer que sea verdad lo que están diciendo que va a pasar. Me acuerdo del 1 de octubre de aquel referéndum recuerdo que en Cataluña lo pasaba mal discutiendo sobre política. En Cataluña nunca había pasado eso. Dividieron la sociedad en dos: el que era independentista y el que no lo era. Joer, no quiero volver a eso», contó con rostro serio. «Ahora el problema se ha trasladado a toda España. Yo no me puedo creer que alguien mercadee por siete votos. No estoy criticando a nadie. La política es el arte del diálogo, pero aquí no es tanto diálogo como ‘yo te doy a cambio de’. O sea, condonar una deuda de 15.000 millones a Cataluña… yo soy catalán, muy bien, ¿pero cuándo van a arreglar el tren en Extremadura? Creo que tenemos que pensar en todas las comunidades. Los catalanes no somos insolidarios. Hay unos independentistas que quieren hacer que parezcamos insolidarios».
«No había conflicto ahora. El conflicto había acabado. El independentismo había bajado en votos. Ganaba el PSC, ganaba Illa, que ahora va a perder por esta historia. Estaba desaparecido. Ahora vuelve a hablarse del tema. Del referendum no se hablaba ya», se extendió. Después hizo una apelación a los diputados socialistas: «El parlamentario socialista de Castilla La Mancha, de Andalucía, de León, de Baleares, de Murcia, ¿va a votar a favor de la amnistía? ¿va a votar a favor de que Puigdemont y otros 300 no sean juzgados». E incluso se dirigió, mirando a cámara, al presidente: «Pedro, tienes tiempo si me estás viendo. No soy nadie, eh, pero tienes tiempo para pensar lo que vas a hacer el miércoles y el jueves», concluyó.