Estos son los cuatro finalistas de ‘MasterChef Celebrity’

La siguiente gala será la última. No estará en ella Blanca Romero, que no pudo superar el último escalón, una prueba de lo más dulce que para ella resultó amarga. No así su marcha. Se le vio feliz. Estar en MasterChef ha sido para ella como pasar por el diván. Ha sido su mejor derrota. La cara cayó del lado de Laura Londoño, Toñi Moreno, Álvaro Muñoz Escassi y Daniel Illescas, que son los finalistas de la edición.

En la primera prueba de la noche, los aspirantes fueron retados a aprobar una asignatura que habían suspendido. Yendo al grano: hacer de nuevo un plato con el que fracasaron en algún momento de la edición. Estuvieron acompañados de familiares o amigos. Todos mejoraron respecto a aquel primer intento. Pero unos más que otros. El coulant de avellana de Álvaro Muñoz Escassi no estaba rico: el jinete fue el peor de la prueba. Los chipirones de Laura Londoño pasaron el corte, pero ella estuvo demasiado acelerada. Correcto el arroz con champiñones y gambas de Daniel Illescas. El solomillo de Blanca Romero, que cocinó con su hijo, estaba buenísimo. Pero lo superó el brazo de gitano de Toñi Moreno: «Un 10», elogió el chef Pepe Rodríguez. Ganó la prueba.

Los aspirantes se desplazaron a continuación a Córdoba. Toñi Moreno hizo los equipos y decidió sumarse al rojo con Daniel Illescas (capitán) y Blanca Romero: cocinaron cuajada de ventresca de bacalao y un bizcocho a la mexicana. Al equipo azul (Álvaro Muñoz Escassi y Laura Londoño) le correspondió hacer karin de pistacho y un pichón con exquisiteces varias. Antes de empezar, se les dijo a los concursantes que la valoración sería individual. La colombiana fue la que más brilló y logró así el primer billete para la final. Antes de ello, el chef Jordi Cruz la había designado como su caballito ganador. ¿Será la primera extranjera que gane Masterchef?

La prueba final

En el reto de eliminación, los aspirantes lo pasaron mal. Tuvieron que replicar una tele de chocolate diseñada por David Pallàs. Se tratata de «un trabajo de orfebrería chocolateril», en palabras de Jordi Cruz. Si algo ha quedado claro durante esta edición es que a Álvaro Muñoz Escassi no se le da bien la repostería, pero dio su mejor nivel en el momento (casi) más decisivo y logró el pase a la final. A Toñi Moreno le quedó «mazacona», en palabras de Pepe, pero el suyo fue calificado como «un buen trabajo» y también subió a la galería.

La última plaza de finalista estaba entre Daniel Illescas y Blanca Romero, dos modelos y un destino. La estética le falló a él, pero el relleno estaba bueno. A ella la tele le salió rota y fea, pero sabrosa: «El relleno es el más rico de todos», elogió Jordi Cruz.

Cayó Blanca. Con una sonrisa: «Es un programa que sana. Para qué vas a ir al psicólogo, si tienes MasterChef». Antes de irse, lanzó un pronóstico: «Va a ganar Laura. Pero cuidado con Toñi, que es un ejemplo de superación». «Ya no tenía más que curar. Me voy con el kilometraje a cero», fueron sus últimas palabras en el talent culinario.