El logro que iguala a Stallone con Welles y Chaplin

Sylvester Stallone tenía solo 106 dólares en la cuenta y pagaba un alquiler de 300 cuando se puso a escribir Rocky. Como cuenta en el documental sobre su vida, titulado Sly y estrenado recientemente en Netflix, lo hizo en tres días, si bien después la reescribiría un montón de veces, incluso durante el propio rodaje. Fue la película que salvó su economía, lo convirtió en millonario y lo hizo pasar a la historia del cine y también de los premios Oscar.

La película recibió diez candidaturas a los premios de la Academia de Hollywood de 1977, y hubo dos de ellas que llamaron la atención de los amantes de la estadística y lo siguen haciendo hoy, 46 años después: Stallone fue nominado de forma simultánea a mejor actor protagonista y mejor guion original.

Si contamos únicamente los guiones escritos por un solo autor, eso es algo que solo ocurrió en una ocasión con anterioridad, en concreto en la decimotercera edición de los premios, en 1941. Chaplin fue nominado como actor principal y como guionista de El gran dictador. Se fue de vacío: el primer premio fue para James Stewart por Historias de Filadelfia y el segundo para Preston Sturges por Así paga el diablo.

Y si tenemos en cuenta los libretos escritos a más de una mano, hay otro caso, el de Orson Welles en la gala del año siguiente, con su doble nominación como intérprete protagonista y guionista –autoría compartida con Herman J. Mankiewicz– por Ciudadano Kane. Es más, también fue candidato como director, donde fue batido por el John Ford de ¡Qué verde era mi valle! Como actor lo superó Gary Cooper por El sargento York. Sí levantó la estatuilla como guionista.

¿Y cómo le fue a Stallone en 1977? Pues el filme fue distinguido con tres premios Oscar: película, director (John G. Avildsen) y montaje (Richard Halsey y Scott Conrad). El premio al intérprete principal fue para Peter Finch, por Network, que también se llevó el de guion original, que levantó Paddy Chayefsky.