Lotería de Navidad
El único número que ha jugado el calvo de la Navidad
Clive Arrindell fue la imagen del anuncio del sorteo del Gordo durante ocho años
El anuncio del sorteo del Gordo de este año ha pasado –más bien está pasando– sin pena ni gloria. Eso no ocurría cuando el protagonista era Clive Arrindell, un tipo alto nacido en Trinidad y Tobago en 1950. Durante ocho años (entre 1998 y 2005) interpretó al «calvo de la Navidad», que era como se le conocía en todo el país.
Clive Arrindell era un actor de cierto prestigio en el teatro británico, y que había trabajado en series de televisión con Laurence Olivier y Anthony Hopkins y en una película (Cristóbal Colón: el descubrimiento) con Marlon Brando, cuando le tocó la lotería (de forma figurada): una productora lo contrató para el anuncio de marras.
El bum fue inmediato. Durante años, España sobó a un calvo para atraer el premio Gordo. Lo paraban, lo tocaban. «Ese personaje tiene algo de sobrenatural, por eso fascina», me dijo en una ocasión. A este «Papá Noel calvo», como el mismo se rebautizaba con cierto humor, no le ayudaba a pasar desapercibido ni sus más de 190 centímetros ni el hecho de que el vestuario, especialmente esa gabardina larga y oscura, fuese el mismo que el de su alter ego, pues a los productores les gustó ese look que entonces vestía habitualmente.
Paradójicamente, esta persona que toda España creía que traía suerte no tentaba a la ídem. Un año el productor del anuncio le dio un décimo de la Lotería de Navidad, pero se lo regaló a la que era su novia, a la que le tocaron «unas pesetas». No fue hasta 2001 cuando jugó por primera vez. Y, que se sepa, es la única vez que lo ha hecho. Fueron tres participaciones del 22.572, que le regaló un miembro del comité local coruñés de la oenegé Ayuda en Acción. ¿Qué pasó? ¿El Gordo? ¿Un segundo? ¿La devolución? Nada de nada. Ni una peseta (el euro no llegaría hasta unos días después, el 1 de enero de 2002).