De Colombo al agente Cooper, pasando por Starsky y Hutch

Se han cumplido 50 años del estreno en España de Colombo, serie protagoniza por un detective un tanto desgarbado, resguardado bajo una gabardina marrón y con un cigarro siempre a punto de calada. Buen momento para hacer un balance que, advertimos, está muy lejos de pretender establecer un canon y muy cerca de un ejercicio de memoria.

Antes que Colombo fue Perry Mason, que –aquí sí tiramos de fuentes oficiales– se estrenó en España en 1960 y permaneció en antena hasta 1966. Perry era un abogado soltero al que escoltaban una bella secretaria y un sagaz detective a sueldo.

Colombo fue cosecha del 73, como Kojak, que fue el apodo más recurrente de los calvos en los años setenta. A finales de esa década llegó a España el inefable Tony Baretta, azote de los maleantes, y esa fue también la época de Los hombres de Harrelson y Las calles de San Francisco, series más policíacas que propiamente de detectives, al igual que la ya ochentera Canción Triste de Hill Street.

Ochentera era también Magnum: James Bond al margen, ¿se puede molar más que Tom Selleck conduciendo un Ferrari? Mike Hammer diría que sí, que él molaba más que Magnum conduciendo un Ferrari y que Bond un Aston Martin. Así de chulo, más que un ocho era el detective bebedor y mujeriego que encarnaba Stacy Keach. Quizá no recordemos ni una trama, pero su frase mantra se nos quedó grabada en el hipocampo: «Tomaré nota».

En los 90 llegó la sofisticación, con el agente Cooper, que entre hincarle el diente al donut y grabar un audio para su secretaria Diane (tardamos 25 años en confirmar que era real y no imaginaria) te descubría al asesino de Laura Palmer sin que se le despeinase el tupé. Creíamos insuperable esta creación de David Lynch para Twin Peaks, y quizá así ha sido, pero no podemos negar que algunos dudarán entre el personaje interpretado por Kyle MacLachlan y el Sherlock que compone Benedict Cumberbatch.

Hablando de dúos como el que forman Sherlock y Holmes. Otros también han dado juego. En tiempos de Los Pecos, un moreno y un rubio como ellos les robaron alguna portada de la Súper Pop. Hablamos de Starsky y Hutch. Parejas más recientes son las integradas por Mulder y Scully («la verdad está ahí fuera», pero se resiste a ser desvelada) en Expediente X, Sonny Crockett y Ricardo Tubbs vestidos por Adolfo Domínguez en Corrupción en Miami y la que en la primera temporada de True Detective forman Matthew McConaughey y Woody Harrelson.

Y si vamos un paso más allá en lo numérico nos encontramos al trío formado por Kristen Stewart, Naomi Scott y Ella Balinska. ¿Quiénes? Las conocerán mejor como Las ángeles de Charlie. Ya que hablamos de Scully y de las ángeles de Charlie, sigamos con la categoría especial de mujeres, donde junto a esas cuatro figuran Angie Dickinson y su mujer policía, y Angela Lansbury como Jessica Fletcher en Se ha escrito un crimen.

La contribución española al género detectivesco también ha sido notable: El comisario, Los hombres de Paco y la Laura de Los misterios de Laura son recientes ejemplos de éxito, pero tiene más mérito, porque ha pasado un océano de tiempo desde su estreno y pese a ello la recordamos, aquella ochentera Brigada Central donde Imanol Arias se ponía en la piel del inspector jefe Manuel Flores. Para hacerse valer, chillaba mucho. Tanto que una revista satírica de la época llegó a publicar una historieta en la que promocionaba «televisores inteligentes, que bajan el volumen cuando los de Brigada Central gritan».