El actor de Indiana Jones que ensayó tres meses para una escena de trece segundos

Es una de las escenas más famosas de la saga de Indiana Jones y, por tanto, de la historia del cine. Pertenece a la primera película, En busca del arca perdida: una masa humana se abre en una calle de El Cairo —si bien fue rodada en Túnez— para que el profesor que más suspiros levanta hablando de arqueología se enfrente a un hombre que blande una espada con la que hace juegos malabares. Indy, que porta su látigo, lo mira y liquida el asunto en un abrir y cerrar de ojos. Es una escena que se iba a rodar durante tres días y al final se resolvió en unos segundos.

Todo empezó con una pésima sobremesa causada por la disentería. «Una vez me puse malo después de comer comida de la zona. Disfruté mucho tomándomela, pero no echándola, por así decir. No conseguía estar fuera del camerino más de diez minutos», asegura el actor en el documental Héroes eternos: Indiana Jones y Harrison Ford, que Disney + estrenó hace unos días.

«Me dijo: ‘Necesito ir al hotel. ¿Qué podéis hacer en una hora?’. ¡Tocaba rodar una escena de acción durante tres días!», recuerda divertido el director, Steven Spielberg. La respuesta del actor fue clara: «Rodemos la puñetera escena y vayámonos a casa».

Iba a ser una pelea de látigo contra espada. Pero, dada la delicada situación de salud del actor principal, se decidió tirar por la calle de en medio, no sé sabe muy bien por sugerencia de quién. «No sabemos de quién fue la idea. O yo le dije que le disparara o Harrison me preguntó su podía dispararle y listo. Fuera quien fuera, eso hicimos», apunta el director.

La decisión no le sentó bien al otro actor que intervenía en la escena. «El pobre llevaba entrenando tres meses. Se supone que íbamos a rodar tres días. Le comentaron: ‘Al final vamos a dispararte y ya está’. Menudo cabreo se pilló», rememora Harrison Ford.

En pantalla, la escena rueda trece segundos. Y también se rodó en un suspiro. «Con el primer disparo, tardó como un minuto en caer al suelo. Quería aprovechar bien esa oportunidad. La sufrió mucho. La segunda vez le disparé antes de la claqueta. Esa es la que sale en la película», concluye divertido el actor norteamericano. No se dice en el documental, pero el espadachín árabe fue interpretado por el británico Terry Richards.