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Santillana, De la Casa y SarabiaRFEF

La semana de la tele

Recuerdo de Malta: el gallo, el gallito y el gallo del corral

Cuando España ganó 12-1, Pedro Piqueras aún no se había estrenado en la entonces llamada caja tonta

Cuando España ganó a Malta por 12-1, Pedro Piqueras aún no se había estrenado en la entonces llamada caja tonta. Unimos así en una oración los dos acontecimientos televisivos de la semana: el adiós del presentador de informativos Telecinco y la celebración del 40 aniversario de aquel triunfo de la selección aún no llamada La Roja, festejo en el que un periodista tuvo también cierto protagonismo.

Enfermo de párkinson desde hace unos años, Jose Ángel de la Casa subió al escenario del evento federativo en el que se rememoró aquella gesta, aquel Cantar del Mío Gol, y se llevó una ovación que ni Juan Señor en el minuto 84. El periodista recordó que retransmitió 138 partidos de la absoluta, pero que los cambiaría todos por haber vestido un minuto la camiseta de la selección. Emocionante. Su mano le temblaba al coger el micrófono, y fue bonito ver cómo se lo sujetaba Sarabia, uno de los héroes de aquella noche sevillana. De la Casa tenía un estilo muy televisivo de entonces, y solo en una ocasión en su más que centenaria carrera perdió la compostura y las hechuras clásicas: fue con el gol de Señor. Se le escapó un gallo. Han pasado 40 años y es cierto que ese gallo es historia de nuestra tele, pero en honor a la justicia y a la verdad hemos de reconocer que, en aquellos años, el gallo del corral deportivo era otro, también llamado José.

Fue un miércoles 21 de diciembre de 1983, y hay que ponerse en contexto antes de avanzar en el relato. España venía de hacer el ridículo en su Mundial 1982, y se renovó de la mano de Miguel Muñoz con el objetivo de lograr plaza en la Eurocopa 1984. No era como ahora, que participan tantas selecciones que pierdes la cuenta. Para aquel europeo solo había ocho billetes. En su último partido de la fase clasificatoria, España tenía que ganar a Malta por más de diez goles de diferencia para lograr uno de esos pasajes. Es en este punto en el que entra en escena un gallito, de nombre John Bonello. Se habló mucho de él en la previa del encuentro. No era profesional y supimos que trabajaba en una fábrica de productos textiles, pero sobre todo se le recuerda por lo que dijo recién aterrizado en nuestro país: «No volvería a mi país si me marcasen once goles». Volvió, pero no incumplió su palabra: le marcaron doce. Tres en el primer tiempo y el resto tras el descanso, antes del citado minuto 84.

El último, el duodécimo, lo logró Juan Señor a pase medido de un jugador maltés, y fue en ese preciso instante cuando se le escapó el gallo a José Ángel, un gallo mitificado con el paso del tiempo, pero en aras de la verdad hemos de decir que fuimos millones de españoles los que no escuchamos en directo esa salida de tono en directo. ¿Por qué? Porque estábamos en la onda del gallo del corral. Estábamos escuchando al equipo radiofónico formado por el viejo profesor Domingo Balmanya (con su frase mantra «la irrupción por sorpresa de los hombres del centro del campo»), el otro gallego sabio Amancio Amaro, Fernando Soria a pie de banquillo, el simpar Gaspar Rosety narrando desde la cabina y José María García como gran capitán de la nave, como líder indiscutible del «oficio de contar y cantar las cosas» . Entre Rosety y García cantaron el gol en Antena 3, la radio de moda.

Por cierto, José María García ha contado en numerosas ocasiones que hay dos exclusivas que se guardó para siempre y que jamás contará, debido a que «harían mucho daño a los españoles». Y hasta aquí podemos leer, que diría Mayra Gómez Kemp, entonces, en aquel 1983 de la goleada a Malta, la gran estrella de una tele a la que, por increíble que parezca desde 2023, aún no había llegado Pedro Piqueras.