Hace poco más de uno que falleció, a los 77 años, el refugiado iraní que inspiró la película La terminal. Steven Spielberg llevó a la gran pantalla, con su habitual acierto, la increíble historia de Mehran Karimi Nasseri, convertido aquí en Victor Navorski (magnífico, como siempre, Tom Hanks), un ciudadano de un pequeño país del Este de Europa que se ve atrapado en la terminal internacional del aeropuerto JFK de Nueva York cuando estalla una guerra civil en su país y su pasaporte deja de tener validez.