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Matar a un ruiseñor, uno de los grandes clásicos universales del cine

'25 películas que debes ver antes de morir'

Matar a un ruiseñor: lecciones de coraje y compasión de un tipo integro

  • Categoría: Uno de los filmes más estimados y amados de la historia del cine.

  • Hermosa película sobre la condición humana dirigida por Robert Mulligan en 1962, basada en la novela de Harper Lee.

Uno quiere pensar que todos, a lo largo de nuestras vidas, hemos tenido la fortuna de cruzarnos con, como se suele decir coloquialmente, un buen tipo. Con esas personas que despiertan nuestra admiración por su honestidad e integridad, y por su compasión hacia aquellos menos afortunados que ellos. Individuos con el valor y coraje para hacer y defender aquello que consideran lo correcto, sin importarles el oprobio o las burlas que puedan recibir de los sectarios llenos de odio e incomprensión que les rodean. Seres humanos tolerantes y humildes, que restan merito e importancia a su persona y a sus acciones, ya que consideran normal defender lo que es justo. Héroes cotidianos que con su ejemplo y con sus batallas, pequeñas o grandes, intentan dejar tras ellos un mundo un poco mejor. Y quizás una de las mejores encarnaciones de un buen tipo en la ficción, tanto literaria como cinematográfica, sea Atticus Finch (interpretado en el filme por Gregory Peck), el protagonista principal de Matar a un ruiseñor.

La interpretación de Gregory Peck le valió el Óscar al Mejor Actor

Atticus ejerce la abogacía en un pequeño pueblo en el sur de Estados Unidos durante la Gran Depresión en los años 30. Apreciado por sus vecinos por su honestidad e integridad, es viudo, teniendo a su cargo dos hijos, Jem (Philip Alford) y Jean Louise Finch, alias Scout (Mary Badham), a quienes intenta criar de la mejor manera posible. A través de la mirada inocente de Scout se narrará la trama, aunque con las intervenciones puntuales de una narradora, la voz de Scout, pero ya adulta, que contribuye a ofrecer una visión más melancólica, y a veces irónica, de los acontecimientos. Lo que comienza siendo un retrato nostálgico de las aventuras, fantasías y pesadillas propias de la infancia, pronto se convierte en un drama, al encargarse Atticus de la defensa de Tom Robinson (Brock Peters), un hombre de color, acusado falsamente de haber violado a una joven blanca.

Veremos cómo, bajo la apariencia de ser una Arcadia feliz, late entre la población el odio y la incomprensión fruto del racismo, y seremos testigos de las consecuencias que tendrá para Atticus, y sus hijos, el intentar defender a un hombre inocente.

Merece destacarse las estupendas interpretaciones de los niños.

Dada la época en que aparecieron tanto la novela como la película, a comienzos de los años 60, en pleno auge de la lucha por los derechos civiles en Norteamérica, obviamente ambas obras fueron muy valoradas por su denuncia del racismo y de la intolerancia, pasando a formar parte de la cultura popular americana contemporánea. Pero, pese a las décadas transcurridas, ambas siguen siendo relevantes en el momento actual.

Quizás contribuye a ello las lecciones atemporales que Atticus, como padre, da a sus hijos, y que sirven de motivo de reflexión para nosotros como espectadores. Atticus es un tipo cabal, y es plenamente consciente de lo mejor, y de lo peor, del ser humano y la sociedad de su tiempo. No pretende colocar a sus hijos dentro de una burbuja protectora, ajenos a la realidad que les rodea, sino que intenta transmitirles los valores y principios necesarios para que puedan comprender y afrontar con dignidad las vicisitudes que tendrán a lo largo de sus vidas.

Atticus Finch es considerado el mayor héroe del cine estadounidense según la AFI

Dirigida con una gran sensibilidad por el injustamente olvidado Robert Mulligan, con un guion adaptado por el guionista y dramaturgo Horton Foote, una bellísima banda sonora compuesta por el gran Elmer Bernstein, y una estupenda fotografía en blanco y negro de Rusell Harlan, cuenta con unas memorables interpretaciones de todo el reparto. Destacar también los fantásticos títulos de crédito que aparecen al comienzo de la película, una pequeña obra maestra en sí misma, diseñado por Stephen Frankfurt.

Matar a un ruiseñor, es un filme, bajo su aparente sencillez, de una gran riqueza de capas y elementos diversos: una reflexión sobre la infancia y el paso del tiempo, un excelente film judicial, una fábula antirracista…pero ante todo es una película que nos ofrece unas hermosas lecciones de vida, y un espejo donde mirarnos, un ejemplo de cómo cada uno de nosotros podemos aspirar, con nuestros defectos y virtudes, a intentar emular a Atticus, y llegar a ser, como se suele decir coloquialmente, un buen tipo.

- Se puede alquilar online Matar a un ruiseñor en Rakuten TV, Apple TV, Google Play Movies y Amazon Video, y se puede adquirir como descarga en Apple TV, Rakuten TV, Amazon Video y Google Play Movies. Puede verse de manera gratuita en la plataforma digital de la PBS, en versión original y con subtítulos en inglés.

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  • Pedro Lainez. Realizador, productor creativo y profesor de la Universidad San Pablo CEU