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Motos, en la tertulia del pasado martes

Motos, en la tertulia del pasado martesAntena 3

La semana de la tele

¿Es el antisanchismo un motor del sanchismo?

‘El Hormiguero’ se plantea rebajar el tiempo dedicado a criticar al presidente del Gobierno

Ya hemos contado que hay una franja televisiva que es la que más duele a Pedro Sánchez. Es la que se inicia cuando acaba Pasapalabra, pasadas las nueve de la noche, y finaliza cuando Pablo Motos despide El Hormiguero, cerca de las once. En medio, el Noticias 2 de Vicente Vallés. Pero quizá en el futuro inmediato no sea así. Porque quizá El Hormiguero decida bajar el pistón de sus críticas al presidente del Gobierno. El motivo es curioso: porque le benefician.

El asunto —que no es nada baladí porque estamos hablando del programa más visto de la televisión convencional española— se planteó en la tertulia del pasado martes. «No quiero empezar hablando de Pedro Sánchez», dijo el presentador del programa, Pablo Motos, y esas palabras fueron en cierto modo premonitorias de lo que ocurriría después.

Contradiciéndose a sí mismo, un minuto después los tertulianos ya estaban hablando del presidente del Gobierno. «Pedro Sánchez y Junts no se ponen de acuerdo con la cesión de las competencias de inmigración en Cataluña», apuntó el presentador, y los tertulianos (Rubén Amón, Rosa Belmonte, María Debén y Juan del Val) se pusieron a opinar. Hablaron sobre el acuerdo entre los socialistas y Junts, y también lo hicieron sobre la frase de la semana del líder socialista, «la única verdad es la realidad», que los intervinientes la tradujeron como «la realidad soy yo» o «la verdad soy yo».

«Es la forma —explicó Amón— de sustraerse a su problema patológica con la mentira. De forma que a partir de ahora no importa lo que diga, importa lo que hace, y todo lo que hace es la realidad, y aferrémonos a esa idea. Es la forma de homologar la mentira para siempre». A continuación, lanzó una teoría: «Y yo no quiero hablar más de Pedro Sánchez, en el sentido negativo, porque me estoy dando cuenta de que le beneficia. El antisanchismo se está convirtiendo en un motor con el que no contábamos. Porque se cree la opinión pública que le tenemos manía persecutoria. ‘Ya están metiéndose con Sánchez’. Como si no fuera cierto todo lo que sucede. Y como si no fueran auténticas las mentiras que nos cuenta», reflexionó el periodista.

La teoría de Amón dejó en schock a Pablo Motos: «Me he quedado tocado con lo que has dicho. Que es que si hablas en contra de Pedro Sánchez hay un motor enorme y la gente que se hace más fan. Y que lo que pasa es que le tenemos manía. Es el Terminator líquido: le beneficia todo». «El antisanchismo es una fuerza de Pedro Sánchez», corrobó Amón. «Pues vamos a cambiar», propuso enseguida Motos. Y así lo hizo. ¿Lo hará también en el próximo programa? Está por ver. El caso es que el presentador, muy crítico con el presidente del Gobierno en los últimos años, ha tomado nota y asume ahora que se enfrenta a un Terminator líquido, a un rival que aplica aquello de «lo que no te mata te hace más fuerte», a un líder político al que criticarlo contribuye a reforzarlo. Es el dilema de El Hormiguero. Las próximas semanas sabremos si las críticas al sanchismo se atenúan o, por el contrario, siguen siendo igual de intensas.

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