De los cientos de famosos que Penélope Cruz ha conocido se queda con esta santa

Este viernes se estrena en cines Ferrari, protagonizada por Adam Driver y Penélope Cruz, que abrió la semana en El Hormiguero. «Son unos meses en la vida de Enzo y Laura Ferrari. Ella tuvo una vida muy dura, muy triste, pero creo que vale la pena contarla», detalló la actriz sobre el filme. El espectador encontrará «carreras espectaculares», pero la película «es mucho más que eso, es una película de personajes, que habla de la familia, de la pérdida».

Laura creó la mítica empresa italiana con su marido, pero poco se sabe de su figura. Como había muy poca información sobre esta mujer, Penélope llegó a Italia un mes antes del rodaje a Módena para documentarse, «para conocer gente que había pasado tiempo con ella y que la conocía bien». Habló también con gente de a pie, que la catalogaban como «loca» y «difícil». Poca empatía del pueblo con Laura, que perdió un hijo por una enfermedad, tras veinte años de lucha para salvarlo, y que soportó que su marido tuviese una criatura con otra mujer, de lo que se enteró cuando el muchacho cumplió siete. Fue fundamental en los inicios de Ferrari, pues «vendió un objeto muy valioso» y lo ganado «lo invirtió en la compañía», por lo que su marido le dio «un pequeño lugar» en la empresa, contra el criterio de muchos de los que lo rodeaban.

La importancia de los zapatos

En un ensayo se le ocurrió caminar de una manera determinada, justo la que había soñado el director esa noche. Y recurrieron a unos zapatos ortopédicos: «El tenerlos puestos me ayudaba mucho. Los zapatos son muy importantes en un personaje, no tiene que ver con si son bonitos o feos. Es que cambia totalmente la forma de moverte, de caminar», explicó. En otras películas se los ha puesto talla y medio más pequeños, o «muy grandes». Todo vale para captar la esencia del personaje: «Yo misma no utilizo el mismo perfume en dos personajes». Estrella del cine, aún se siente como «una estudiante»: «En los restaurantes no me centro porque estoy espiando a las mesas de alrededor, y me pregunto cómo será la relación de esa pareja, y me imagino cada cosa…».

Hay una escena en la que la pareja discute que es una de las bóvedas de la película: «45 tomas, tres planos. Todo el día así», reveló. Pero prefiere directores así de exigentes antes que a los que le dicen «todo bien». Ella también es muy exigente: «Me doy mucha caña».

Lo primero que le preguntó el director cuando la llamó para ofrecerle el papel es si tendría que conducir un Ferrari. «No sé cuánto tiempo tienes, pero yo eso te lo puedo fastidiar en dos minutos». Lo preguntó por un motivo muy concreto. «El tema es que yo tengo mucho miedo a la velocidad. Hace poco lo conté, a mi hermana Mónica la pilló un coche delante de mí cuando yo tenía siete años, y es un trauma pues bastante fuerte. Para mí los coches son una amenaza. Yo la vi perder el conocimiento y a me dijeron ´tú al cole'». «Yo estaba en el cole sin saber si estaba viva. Hasta que me enteré pasó un rato en el que entré en un limbo en que no sentía nada. Cuando estás grabando un trauma fuerte, paras de sentir durante un tiempo».

Santa Teresa

Ha conocido a cientos de famosos, pero tiene claro quién es la persona que más le ha impresionado: «No tiene nada que ver con el cine, pero es un viaje que me marcó muchísimo la vida. Yo fui a Calcuta la primera vez con 20 años. Fui a trabajar a las casas de la madre Teresa: la casa de la Lepra, la casa de los ancianos, la casa de los bebés, y todas las mañanas la veía a ella a las cinco, para hacer una especie de misa, y después te decía 'vete aquí, vete allá' y todo el día estabas trabajando como voluntario. Yo encontré bebés tirados en la acera. Los padres estaban allí, pidiendo, y te ibas con un bebé de este tamaño hasta que volvieran los padres». Recuerda un bebé ciego: «Él sentía si había algún adulto cerca y se tiraba al cuello para que lo tuvieras abrazado». «Ese viaje me cambió muchísimo la vida. Y fue por conocerla a ella. Luego la pude entrevistar para recaudar fondos para esas casas de Calcuta», concluyó.

Recientemente ha conocido a otra persona que le tiene impresionado, Jordi Sabaté Pons, enfermo de ELA: «Puede mover los ojos, y tiene los ojos más bonitos del mundo». «Nos hemos hecho amigos, aunque no nos hemos visto aún en persona», detalló. En breve se verán pues Penélope irá a Barcelona para estrenar el podcast benéfico de Sabaté.

La actriz aprovechó la ocasión para pedir donaciones para vallhebron.org/ELA. El Hormiguero le tenía preparada una sorpresa, un vídeo de su nuevo amigo: «Te quiero mucho amiga, y viva la vida», le dijo a través de un ordenador. Penélope empezó a llorar. Mucho. «Yo no me quito de la cabeza a este hombre. Es un ejemplo de valentía como pocos he visto».