Premios Goya 2024
Así fue el homenaje de los Goya a Concha Velasco en Valladolid
La actriz falleció tan solo dos meses antes de la gala de los Goya 2024
El espíritu y el ejemplo de Concha Velasco, fallecida hace dos meses, ha gravitado este sábado durante la celebración de la gala de los 38º Premios Goya en la ciudad donde nació esta actriz, bailarina, presentadora y productora que ha sido recordada por sus compañeros de profesión. La eterna chica yeyé, la niña que soñaba con ser artista, ha vuelto a casa por los Premios Goya a través de la interpretación que los presentadores de la gala, Ana Belén y los Javis -Javier Calvo y Javier Ambrossi, han hecho de estas dos míticas canciones.
El guiño que todos los vallisoletanos estaban esperando hacia una de sus hijas predilectas y embajadoras históricas de la ciudad, llegó a mitad de la gala con una Ana Belén que se despojó del abrigo para cantar un popurrí de la Chica Ye Ye y ¡Mamá, quiero ser artista!, tan ligadas a la trayectoria de Concha Velasco. «Cada vez que he tenido un bajón he revisado sus trabajos y me he vuelto a ilusionar como una niña, con la misma vitalidad que una chica yeyé», ha expresado Ana Belén antes de interpretar junto a los Javis estos dos himnos del cine español que también han sido ampliamente aplaudidos por los asistentes.
Inclasificable, rebelde e inconformista, de su incansable versatilidad hablan la variedad de personajes que la han identificado, desde la inicial chica yeyé hasta una muchachita de Valladolid y Santa Teresa de Jesús. Mujer fatal, moderna, esposa modélica, mística y prostituta, en todos los roles y situaciones dejó una indeleble huella de pasión y vocación desmedidas: se atrevió con todo desde que a los 15 años debutó en la gran pantalla con La reina mora (1955), la primera del más de un centenar de películas donde figuró.
A todo ello sumó una veintena de series televisivas, una decena de discos y más de treinta obras de teatro en títulos como Carmen, Carmen (1988), La truhana (1992) y Hécuba (2013). Han sido siete décadas de vértigo y vitalidad interpretativa, también en publicidad, a las que tan solo la salud puso coto a partir de 2018 cuando, a las órdenes de su hijo, Manuel Marsó, protagonizaba la gira de El funeral.
Más allá de los tres Goya que recibió como actriz de reparto (1990), actriz protagonista (1997) y Goya de Honor (2013), la estela de Concha Velasco permanece en la historia de cine español como ha quedado de manifiesto en este póstumo homenaje a su figura y su legado.