‘Callejeros’
La mujer de Fuenlabrada que se ducha con paraguas
El mítico programa de Cuatro volvió a la parrilla televisiva. En su regreso denunció varios escandalosos casos de vecinos molestos
Ha vuelto Callejeros, el mítico programa de Cuatro que retrata la realidad a pie de calle. Los vecinos molestos fueron el eje del primer programa de la nueva temporada. El Spiderman de Maracena (Granada) y «La azotea del Terror» de Madrid fueron algunos de los casos denunciados, pero sin duda el más impactante es «El drama de Zulema», la mujer de Fuenlabrada que se ducha con paraguas.
Callejeros viajó Granada para hablar con Paco y su vecindario, que sufren al llamado Spiderman de Maracena, un tipo que trepa por el patio, entra a su casa por las ventanas de las viviendas contiguas, y, en ocasiones, también las invade (una señora se lo encontró en su salón) Según los residentes, el tipo, llamado Eduardo, mezcla drogas con alcohol y en los últimos tiempos ha desarrollado síndrome de Diógenes. El reportero de Cuatro, Nacho Medina, logró hablar con él. El pobre hombre dejó una frase para el recuerdo: «Yo desmiento totalmente que es mentira».
No pudo hablar este periodista con Nelly, que antes era un señor y ahora es una señora. Es la causante de «La azotea del terror» de Madrid. Cría ratas, alimenta a palomas y prende hogueras cuando tiene frío. Tiempo atrás, rajó el cuello a un vecino tras una discusión sobre fútbol y no lo mató de milagro: estuvo dos años en prisión. Medina timbró a su puerta, y estaba dentro, pero no dio la cara.
Sí la dio el que, según Zulema, es junto a su familia el causante de que la casa que compró con su ex marido —y que quiere vender pero no puede por este problemón— sea lo más parecido a vivir bajo una piscina con goteras. «Todas las noches cayendo agua», se queja esta vecina de Fuenlabrada. Llueve, en ocasiones a mares, en todas las estancias, varias de ellas ya sin techo. Y así desde hace diez años. Según su testimonio, los de arriba, que son seis, tienen las tuberías reventadas y en vez de fregar o ducharse de modo convencional pegan manguerazos. En su baño «caen pelos» y agua que no llega limpia porque «ellos no utilizan papel del váter», así que se ducha con un paraguas. Debajo de él abre su telefonillo. El dueño del piso del que viene el agua, que lo tiene alquilado, se hace el loco cuando lo va a ver Nacho Medina, pero no así el líder de los inquilinos, que da la mano a Zulema y le ofrece llamar al seguro y arreglar este quítame allá estos pelos. A saber si se resolvió el asunto, pero la mujer que se baña con paraguas dudaba mucho de la palabra de su más que molesto vecino. Empezó fuerte Callejeros, no hay duda.