El significativo apodo que Paquirri puso a El Cordobés

El Cordobés hijo, Manuel Díaz, estaba en la plaza de Pozoblanco (Córdoba) el 26 de septiembre de 1984, el día en que Paquirri murió tras ser corneado por Avispado. Entonces era un simple novillero, pero tuvo un papel destacado en aquella jornada. Así se lo contó a Albert Espinosa en una nueva entrega de la segunda temporada de El camino a casa, un programa que no tiene remilgos en convertir en protagonistas a toreros. Este martes lo fue El Cordobés y la pasada temporada dedicó un capítulo a Jesulín de Ubrique.

Con el paso del tiempo, El Cordobés se ha dado cuenta de que Paquirri apoyaba la que ha sido la gran causa de su vida. Toda España sabe cuál es: que su padre aceptase tener relación con él. No ocurrió hasta 2023.

En aquel 1984, el diestro andaluz lo apodaba de una manera muy significativa: «A mí me llamaba ‘Pelillos’. Como a mi padre le decían ‘El Pelos’…». Resaltó también que «el último toro que brindó Paquiri, en Pozoblanco» fue precisamente a él; el siguiente fue Avispado. «Me dijo que me deseaba toda la suerte que había tenido él o más», recordó a preguntas de Espinosa. «Me dio una notoriedad en esa plaza de Pozoblanco, como diciendo: ´Eh, señores, que éste está aquí», remarca El Cordobés hijo, que piensa —así lo ha dicho en otras ocasiones— que, con ese gesto público, Paquirri estaba «defendiendo» lo que él llama «su verdad». Su causa.

Esa causa que por momentos vio perdida. «Llegué a dudar. Si tú con una persona no consigues contactar después de hacer las cosas, creo, lo más correctas y lógicas posibles…». Todo cambió hace poco. Padre e hijo se empezaron a relacionar 54 años después del nacimiento del segundo: «Este reencuentro ha sido una necesidad vital. Pero no para mí, como hijo. Para mi padre como padre también. No es que solamente yo haya encontrado a un padre. Mi padre ha encontrado un hijo».