Fundado en 1910

Adrián Ros, chef ejecutivo del Restaurante La SolanaLa Sexta

‘Batalla de restaurantes’

Chicote alucina en Murcia con el chef creador del «sabor mental»

Un cocinero celíaco de Murcia se las ingenia de un modo curioso para preparar ciertos platos

Hay en Murcia un chef como pocos. A Chicote lo dejó pasmado. No solo a él. También a sus rivales. Y, por supuesto, a la audiencia del programa. Hay platos que no prueba porque es celíaco, pero este problema lo soluciona con una extraordinaria cualidad. Ocurrió en Batalla de restaurantes.

El chef de Carabanchel, maestro de ceremonias de Batalla de restaurantes, buscaba el mejor caldero de Murcia. Bueno, en realidad eso de catar el plato típico de la zona es una excusa para enfrentar a cuatro locales a lo largo de unos días.

El chef en cuestión ese llama Adrián Ros, y es el «chef ejecutivo» del Restaurante La Solana, en el campo de gol de La Manga. La competición empezó en estos sus dominios. Se sentaron en la mesa, junto a Chicote, Liborio Saura, copropietario de Chiringuito Al Lío; Clara Agüera, propietaria de Restaurante Maloca; y Antonio López, jefe de cocina de Freiduría Mar Menor.

A Ros, que ya al principio apuntó que es celíaco, se le dio por deconstruir el típico caldero. Pero mucho. Tanto que parecía comida japonesa, denunciaron sus rivales. «Esto no es un caldero, y no hay más», juzgó Antonio López. Los demás asintieron.

Antonio López, jefe de cocina de Freiduría Mar Menor.La Sexta

La siguiente estación fue el Restaurante Maloca. Y ahí fue donde se produjo la gran revelación. Todo nació de una inocente —o quizá no tanto— pregunta de Chicote: «¿Y cómo se las apaña alguien que no come algo para probar las cosas que hace?». La contestación dejó pasmado al de Carabanchel, que alucinó pepinillos (por usar de sus expresiones típicas), y también al resto de los comensales. «Desarrollé lo que era el sabor mental, imaginarme los sabores en la mente».

Chicote, sorprendido ante el concepto «sabor mental»La Sexta

«Nadie, nadie en el mundo mundial puede saber cómo sabe una cosa sin probarla. Por muy bueno, muchos cursos, y mucho todo que tú hayas hecho…», reaccionó Antonio López. «Yo, lo de sabor mental no lo compro. No entiendo como una persona que no sabe a qué sabe algo puede sacar ese sabor», entró al trapo Liborio Saura. Después, el copropietario de Chiringuito Al Lío metió la pata.

Liborio: Ahora entiendo lo del caldero de ayer.

Adrián: ¿Por qué?

Liborio: No sabes a lo que sabe un caldero.

Adrián ¡Cómo no voy a saber a lo que sabe un caldero, muchacho! ¿Qué caldero lleva gluten?

Liborio: Ah, bueno, sí, perdón.

Al final, el restaurante de Adrián fue segundo entre cuatro, solo superaod por Maloca. Con 6,2 puntos quedó por delante de los negocios de Liborio (5,5) y Antonio (3,9). Ya dice el refrén que quien ríe último ríe mejor.