El día en que Juan Tamariz actuó para la mitad de España

Tiene 81 años y conserva el carisma, la simpatía y, por supuesto, la magia de siempre. Juan Tamariz volvió a le tele. A la pública, por supuesto. Para hacer lo de siempre, tatatatachán, y para ser entrevistado por Carlos del Amor en la apertura de la nueva temporada de La matemática del espejo.

«Un tatarabuelo lejano era mago en Écija, en un pueblo de Sevilla», reveló cuando se le preguntó por antecedentes familiares. Pero eso lo supo mucho después. Antes, un 6 de enero de un lejano año de la infancia llegó el regalo deseado: «Pedí una caja de magia a los Reyes Magos». Y ahí empezó su pasión por los juegos: «A mí me gusta más la palabra juego. Truco suena como a engaño, como a trampa, la palabra lo dice». Con 13 años actuó por primera vez ante un público en un auditorio, en Suances, Santander: «Fue un éxito fracasudo».

Cuando él fue a TVE a proponer un programa de lo suyo, le djeron que de entrada no. Porque «en ningún sitio del mundo se hacía magia de cerca». Pero al final sí entró en nuestros hogares a través de las televisiones de blanco y negro. Y estuvo casi «veinte años». De 1975 a 1992. «Al principio, cuando empecé en la tele, creía que no iba a ser como el directo. Y no es como el directo, es distinto, pero tiene la misma potencia y tiene otras cosas que no tiene el directo. En directo, hay veces que estás en la fila 25, y no sientes lo mismo. Y en la tele estamos todos en la fila 0, que impresiona muchísimo».

Durante ese largo período televisivo, hizo programas propios como Magia Potagia o ajenos, especialmente los de Chicho Ibáñez Serrador, sobre todo Un, dos, tres, responda otra vez. «Una vez me dijo Chicho: ‘Hemos tenido 16 millones de espectadores’. La mitad de la población de España, que tenía 32».

Lo suyo es la magia de cerca, sí, pero también con humor, que se siente natural porque así lo es. «Yo procuro actuar sin pensar lo que digo. No me escribo guiones. Nunca he escrito nada para mí. Ni frases ni bromas ni nada. A veces me dicen: ‘Pero tú eres cómico’. Y yo digo: ‘Yo no soy cómico. Me encantan los cómicos’. Si hago gracia será sin querer, porque no tengo nada previsto».

¿Cómo aprendíó Tamariz? «Hay dos métodos. Uno que se utiliza ahora mucho es por Internet, porque hay mucho, pero es muy malo. Luego está el método de los libros, que es maravilloso. Yo aprendí mucho con los libros. Tengo una gran biblioteca, yo tendré del orden de 800 o 900 libros de magia. Y también hay escuelas de magia, una hija mía tiene una». Se llama Ana Tamariz, y estuvo en el plató. También acudió al programa su hija Alicia Tamariz, que tocó y cantó el piano. Y Consuelo Lorgia, maga mentalista, su mujer, que hizo un truco. Se conocieron en 1976 en Viena, en un congreso de magia al que asistieron 3.000 profesionales del sector. Un nieto ha sido campeón mundial de yo-yo.

Consuelo fue profesor de Pepe Carrol, al que Juan recordó con cariño: «Se murió muy joven, con 46 años». Y Ana lo fue de Jorge Blass. La magia continúa gracias a la familia Tamariz Lorgia.