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Daniel Craig y Tonia Sotiropoulou, en una escena de la película Skyfall

Historias de película

La cerveza más cara de la historia se la bebió James Bond y costó 45 millones de dólares

Una conocida marca cervecera invirtió esa cantidad por colar su producto en una escena de la película Skyfall

Acostumbrados como estábamos a que 007 pidiera en sus películas un cóctel con Martini agitado, no mezclado, a muchos se nos hizo raro que en una de las mejores películas de James Bond, Skyfall, su protagonista se entregase a una cerveza justo después de entregarse a la pasión, otra de sus costumbres. A los 20 minutos de película, Daniel Craig aparece en la cama con la actriz griega Tonia Sotiropoulou a un lado, y con un botellín de cerveza, al otro. El actor tapa parte del envase con su mano izquierda antes de dar un trago, pero el color (verde) y el cuello de la botella no dejan lugar a la duda sobre la marca de la cerveza.

Apenas aparece 18 segundos en pantalla, pero la Heineken a la que echa un reposado sorbo Daniel Craig en Skyfall costó 45 millones de dólares, la desorbitada cantidad de dinero que invirtió la marca en colar su producto en plena película de James Bond.

Las películas de James Bond han sido desde antaño objeto de deseo de las grandes marcas y, a su vez, la saga siempre se ha dejado querer, desde los coches Aston Martin hasta los relojes, primero Rolex y después Omega. En Skyfall, además de Heineken, también tuvieron su cota de protagonista firmas como BMW, Sony y Coca-Cola, esta última de una forma distinta: lanzó una campaña de marketing de Coca-Cola Zero pero en el rodaje de la escena de la persecución en moto en Turquía se utilizó Coca-Cola normal para rociar el asfalto y evitar que las motos patinasen. El azúcar de la Coca-Cola sirvió como adherente y la Coca-Cola Zero no habría resultado eficaz.

El presupuesto de Skyfall alcanzó los 200 millones de dólares y la recaudación en taquilla superó los 1.142 millones, la primera de toda la saga de películas de James Bond que superó la barrera de los 1.000 millones de dólares. La primera ronda la pagó Heineken, que cubrió prácticamente la cuarta parte de todo el presupuesto del filme, y la disfrutó James Bond (Daniel Craig), que poco después de esa escena tenía otro donde, escorpión en mano, bebía un trago tras otro para terminar agitado, no mezclado.