Fundado en 1910
Justicia para Sohee ya se encuentra disponible en cines

Justicia para Sohee se estrena este miércoles 1 de mayo en los cinesLa Aventura Audiovisual

Crítica de cine

'Justicia para Sohee', la película para quienes darse de baja de una compañía telefónica es algo traumático

El ritmo, la claridad expositiva y el estilo narrativo de este filme coreano es excelente y funcional

Nos llega Justicia para Sohee, una película coreana que se va a estrenar en pocas salas, lo cual es absurdo porque trata temas laborales y sociales que nos conciernen a todos. En fin, ustedes quédense con el dato por si no se estrena en su ciudad, para que puedan recuperarla cuando llegue a alguna plataforma.

El argumento tiene dos partes. La primera la protagoniza Sohee (Kim Si-Eun), una joven que tiene que hacer las prácticas obligatorias de sus estudios. Su tutor le ha conseguido prácticas remuneradas como teleoperadora en una empresa de telefonía. Su trabajo consiste en disuadir a los clientes que llaman para darse de baja en la operadora. Y su sueldo depende en parte de cuántas de esas disuasiones consigue llevar a término exitosamente. A diario se generan situaciones tensas con clientes lógicamente desesperados por la mareante manipulación a la que se ven sometidos -¡quién no ha vivido este desespero en sus carnes!-. Situaciones que suelen acabar en insultos y gritos contra la pobre Sohee, que está entre la espada y la pared.

Ella sabe que su trabajo no es ético, pero también sabe que si no lo hace no solo no cobra, sino que su jefe la humilla delante de todos, publicando sus malos resultados. Y para más inri, en el instituto no le permiten abandonar las prácticas. Esta presión va generando un estrés en Sohee cada vez más difícil de gestionar y la va empujando a un callejón sin salida.

La segunda parte del filme tiene el tono de un thriller protagonizado por la agente de policía Yoo Jin (Bae Doona), que investiga las muertes sucedidas en la citada operadora de telefonía. Su investigación le va a llevar a descubrir un sistema perverso en el que tanto las instituciones educativas como las empresas establecen unas relaciones económicas en las que las víctimas son los becarios, auténticos esclavos con contrato.

La película toca, por tanto, cuestiones de enorme actualidad. En España, por lo menos. Y se ve que en Corea también. La más clamorosa es la de los contratos en prácticas, que han sometidos a nuestros jóvenes a un régimen de semiesclavitud legal. Remuneraciones de risa, trabajos que están muy por debajo de la formación académica del becario, y a menudo un trabajo sin horario «libremente» aceptado bajo la amenaza: «o lo tomas o lo dejas». Por otra parte la película denuncia las prácticas de las operadoras telefónicas en los llamados servicios de atención al cliente, y que a menudo rayan la tortura psicológica. La cinta también pone el dedo en la llaga de un sistema el que nadie es el último culpable de nada y la responsabilidad se va diluyendo de forma piramidal hasta desaparecer por completo en la cumbre.

La directora July Jung, que llamó la atención con el crudo drama Un monstruo en mi puerta (2014), protagonizado también por Bae Doona, ha firmado con Justicia para Sohee su segundo largometraje confirmando su talento. El ritmo, la claridad expositiva y el estilo narrativo es el típico coreano: excelente y funcional. Una película llena de interés.

Temas

comentarios
tracking