'MasterChef 12' vive una doble expulsión y el regreso de una de sus protagonistas

La octava entrega de MasterChef 12 estuvo repleta de muchas sorpresas. El programa ya empezaba con la sorpresa del regreso de Samya, que gracias al delantal de la segunda oportunidad que había conseguido semanas atrás, pudo regresar a las cocinas una semana después de haber sido expulsada. El delantal estaba guardado en una caja dorada, que la concursante había ganado unas pruebas atrás y ninguno de sus compañeros conocía su valor.

Pero con el regreso de una de sus protagonistas, al concurso le sobraban dos lugares en vez de uno, por lo que esa noche habría doble eliminación. La primera prueba tenía como protagonista el amor y el pin de la inmunidad, por el que los concursantes compitieron en parejas. Samya y Alberto, Celeste y David, María y José, Gonzalo con Pilar y por último, Ángela con Pulga. Para este reto, los jueces de MasterChef, invitaron a Eva y Jokin, una pareja que se formó dentro del programa. El ganador de la primera prueba fue Gonzalo, con una «muy buena lasagna» y fue quien se quedo con el pin de la inmunidad.

La siguiente prueba era por equipos y se trasladaron al exterior, específicamente al Palacio de Abrantes de Jerez de la Frontera. El reto consistía en crear un menú completo, que tuviera platos inspirados en la gastronomía jerezana. El equipo azul estaba compuesto por David, Gonzalo, Samya, José y Pilar, mientras que el rojo lo componían Alberto, Pulga, María, Celeste y Ángela. El capitán del Azul era David, que para los jueces no tuvo los suficientes «dotes de liderazgo», mientras que Pulga, que capitaneó a los rojos, fue «más que aprobado como capitán».

Con las pruebas finalizadas llegó el momento de repartir los delantales negros, que fueron dados a David, Gonzalo, Samya, José y Pilar. En la primera batalla ganó Samya, con su esencialidad, según los jueces. Mientras que la segunda, que se centraba en el gusto, la ganó Pilar. David, José y Gonzalo tenían que recrear una receta del segundo mejor restaurante del mundo. Gonzalo hizo un plato con «muchos defectos», pero que se parecía al original y fue el salvado de la noche. Por lo que los dos eliminados fueron David y José. Este último le recordó a Jordi Cruz que quería trabajar para él y el juez le respondió que «si yo abro la puertecita y estás tú, es tu casa».