El gran plató de Taylor fuera del Bernabéu
«Soy swifter y amo a Taylor», lo dice una jovencita que espera con impaciencia el momento de abandonar el plató del exterior del Bernabéu y pasar al recinto del espectáculo tan deseado: ver a Taylor Swift trece años después
Los periodistas de todos los programas de televisión que conectan en directo, buscan al personaje más extraño, más difícil, más Taylor. Una chica de Barcelona, Chenia, ha logrado transformarse en el doble de la cantante pop y es la admiración y la confusión de los miles de fans que aprovechan para saludar a su familia: «abuela, estoy aquí». Taylor le dedica una canción a su abuela. Todos quieren salir en la tele. De todo el mundo han acudido hasta Madrid para reverenciar a su diosa. Se saben sus canciones, las cantan, las tararean… son felices. Las imágenes televisivas sin guion, sin preparación, con espontaneidad, reflejan el poder de este medio en la calle, en el plató de Taylor.
«He pagado 580 euros por la entrada… me van a matar en casa». Esta jovencita ha invertido 200 horas en «parecerse a Taylor». Los grupos que se alinean en fila saludan a cámara y cantan a Taylor y es tan impresionante la devoción que le profesan que “casi todas llevan el número 13 tatuado en su mano (porque es el número favorito de Swift) y sus muñecas desaparecen bajo decenas de pulseras elaboradas por los mismos fans y que luego en el concierto las intercambian con sus compañeros mientras suenan las canciones. Pulseras, maquillajes en la cara, trajes de lentejuelas, paraguas, abanicos , protectores solares, botellas de agua y pañales , si pañales para no moverse del sitio durante las casi cuatro horas de concierto, son el kit de supervivencia que llevan los fans para aguantar horas en ese improvisado plato de los exteriores del Bernabéu. Cae un sol de justicia. Más de 30 grados. Y más de 65.000 personas accediendo al Bernabéu.
Mujeres de 70 años, jóvenes de 16, madres con sus hijas… todas quieren ver a Taylor. Todo el mundo le da las gracias a Taylor por su repertorio: «me ha ayudado a superar momentos difíciles…». Y se detiene la cámara ante una joven que explica con alegría... «He venido de EEUU. 2000 euros, pero más barato que allí». Y un padre de familia con cuatro más que «no quiero hacer cuentas. Taylor lo vale. Toda la familia es feliz al estar aquí».
130.000 espectadores, menos los VIP y famosos, el resto han pasado durante más de tres días por el plató de los exteriores del Bernabéu. Han conectado a lo largo de la jornada con todos los programas en directo de las televisiones: Ana Rosa, Sonsoles, Cantizano, etc, etc. Es la noticia de la semana. En directo, pulsando la actualidad. Sin tertulianos. Imágenes que sirven para «refrescar» los excesivos programas desde platós interiores. Y Madrid, entre decibelios disparados, calles cortadas y 124 trailers, ha ingresado más de 20 millones con este magno acontecimiento. Taylor Swift cantó y actuó dentro del estadio, pero gracias al directo de las televisiones, hemos comprobado quienes acuden a presenciar este musical, sus inquietudes, su amor por el pop… y su adoración por Taylor Swift.