Crítica de cine
'Back to Black': la triste historia de Amy Winehouse, la potente voz de la fragilidad
La actriz Marisa Abela realiza un magnífico trabajo con su interpretación de la cantante en una cinta algo plana
En el conjunto de los magníficos biopics musicales de los últimos años faltaba el de la malograda Amy Winehouse, protagonista, sin embargo, de diversos documentales. Una historia complicada para llevar al cine por la cantidad de aristas dramáticas y complejidades del personaje. Ha sido una mujer, Sam Taylor-Johnson, la que se ha atrevido a hacerlo con un resultado desigual. Como desigual es su trayectoria como cineasta: a ella debemos buenos vídeos musicales y fracasos como Cincuenta sombras de Grey.
Recordemos que Amy Winehouse fue una cantante y compositora británica, fundamentalmente orientada al jazz. En 2008 ganó cinco Grammy y tres años después murió de sobredosis etílica, a los 27 años de edad. Con veintiuno empezó a consumir drogas y alcohol, después de que su pareja Blake Fielder-Civil la abandonara. En realidad fue el propio Blake quien la introdujo en el consumo de las drogas duras.
La película arranca a comienzos de siglo, cuando Amy (Marisa Abela) ya es conocida en ciertos ambientes, y una discográfica decide contratarla y publicar su primer disco Frank. Un día, en un bar, conoce a Blake (Jack O'Connell) del que se enamora enseguida. El guion de Matt Greenhalgh sigue en paralelo su carrera musical y su difícil vida personal, cada vez más alterada, tanto por su relación afectiva con Blake como por el consumo de alcohol y drogas. Detrás, una figura paterna negacionista (Eddie Marsan) que, lejos de impedir a su hija seguir por el mal camino, huye hacia adelante detrás del éxito. Y la figura materna, casi inexistente. La que existe, y con mucha fuerza es la de la abuela, que protagoniza una de las subtramas más sugerentes del film. Otro tema, sutilmente tratado, pero decisivo en el desenlace de la protagonista, es el del deseo –frustrado- de maternidad de Amy. Toda su vida estaba jalonada de pérdidas: el marido que se va, la abuela mortalmente enferma, el hijo que no llega… Y lo único que crece, el dinero, es algo que a ella no le interesa.
Back to Black tiene dos grandes aciertos: la profusión de escenas musicales, brillantes, y el hallazgo de Marisa Abela, a la que conocíamos en un pequeño papel en Barbie. La joven actriz, que tiene la misma edad que tenía Amy al morir, hace un trabajo magnífico, que sin duda será un punto y aparte en su carrera. El final de la película está logrado, así como algún que otro momento dramático, pero en general la cinta resulta algo plana y el espectador no consigue zambullirse lo suficiente como para identificarse y emocionarse con el personaje. Pero tampoco la película merece las críticas tan negativas que ha merecido en ciertos medios internacionales.