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Raphael, desde Rusia con amor es un documental dirigido por Xavier Baig y Jordi RoviraMovistar+

Documental

Raphael, el español que conquistó con sus canciones el comunismo de la URSS

El cantante fue el primero en perforar el Telón de Acero, antes que los Beatles y los Rolling

Raphael fue el primer cantante que perforó el Telón de Acero, con su película Digan lo que digan y la posterior autorización para cantar en Moscú. El Muro de Hierro o Telón de Acero era una frontera ideológica, política y física que dividió a Europa en dos partes durante la Guerra Fría. La URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) dominada por un comunismo asfixiante, tras las secuelas de Stalin y con un Leonid Brezhnev, aferrado al poder y aislando del resto del mundo a las 15 repúblicas que formaban la URSS, nombró a una ministra de Cultura, Ekaterina Furtseva que prohibió los conciertos de grupos de rock capitalistas. Los Beatles y los Rolling Stones, que triunfaron en el mundo musical, no tenían entrada, «porque ponían en peligro la integridad de los jóvenes comunistas». El documental Raphael, desde Rusia con amor, una producción de Movistar, descifra con precisión cómo el cantante triunfó frente a un comunismo blindado ante las injerencias exteriores.

Raphael había triunfado en Eurovisión, años 66 y 67, sin ganar el concurso y sus canciones fueron un éxito en todo el mundo. Grabó su primera película, Digan lo que digan, que vieron, como cuenta Raphael, «dos millones y medio de personas en España y 40 millones en la URSS». ¿Cómo cruzó el telón de acero esta película? Los rusos que podían viajar al extranjero regresaban con discos de Raphael y los replicaban con una técnica artesanal: «colocábamos una radiografía encima del disco- relata la fan raphaelista Voronina- lo planchábamos y se registraban los surcos. No era perfecto pero sonaban las canciones».

La popularidad del español Raphael Martos aceleró su presencia en la URSS. Se autorizó la emisión de su primera película en 1970. Y las canciones se cantaban, en castellano, por toda la URSS. La Primavera de Praga en 1968 y el Mayo del mismo año en Francia, convenció a los dirigentes comunistas que «había que soltar lastre y abrirse un poco el mundo». La agencia comunista de eventos culturales Goskontsert, era la encargada de autorizar actuaciones musicales en la URSS. Paco Bermúdez, representante de Raphael, envió una carta (obligatoria). Solicitaba la autorización para que el cantante español Raphael actuara en la URSS. Algo inaudito. Los dirigentes del Kremlin consideraban «que la España franquista era la encarnación del mal». No existían las relaciones diplomáticas.

«No se podía ir a Rusia – explica Rosa Mª Calaf corresponsal en Moscú- ni como turista normal». Raphael ya había derribado el Telón de Acero con su película Digan lo que digan y desde los jóvenes a los mayores de 90 años querían verle cantar en persona. La ministra rusa de Cultura, Ekaterina Furtseva, dio la autorización (la película le había encantado) para que la agencia Goskontsert abriera las puertas de la URSS a Raphael… «Yo no sabía que no había relaciones diplomáticas con ellos, tuve que ir a París a hacerme un pasaporte especial». Las fechas autorizadas del 21 de abril al 20 de mayo de 1971 con 23 conciertos. Fue apoteósico. Colas de dos kilómetros de gente para comprar una entrada. Llenos hasta la bandera y Raphael en el escenario: «Si no me van a entender –pensaba el cantante-. Se sabían todas mis canciones de memoria. Me llenaron de flores».

A Raphael y su grupo el régimen comunista le puso un guía/traductor/espía. Buen chico. Sabían que informaba todos los días de sus movimientos, pero era simpático. Lo peor eran las comidas por las ciudades menos importantes: «Hartos estábamos de caviar -dice su guitarrista Reyes- y el resto era sopa y pollo, lo que tenían». Raphael llevaba una maleta repleta de latas de conservas, pero un día no llegó el equipaje. No comió nada y se suspendió el concierto. Natalia Figueroa, su mujer, no dudó: «Desde ese día yo llenaba maletas de Fabada Litoral para toda la gira».

Ante el exitazo logrado, Raphael repitió visita durante varios años. En 1978 acudió a la URSS por cuarta vez. Algo chirriaba. Comenzaron algunas críticas en la prensa oficial. No querían ídolos «extranjeros». El «sistema» apostaba por que «tenían que gustar nuestros artistas rusos. Se incrementó un 60% el estudio del español en las universidades. Se alegaron «causas económicas» y Raphael tardó 19 años en subir por quinta vez a un escenario, fue el año 1997. Ya no existía la URSS, Gorbachov , el 25 de diciembre de 1991 había disuelto el conglomerado de repúblicas en países independientes. Boris Yeltsin, era el presidente. El cantante que había perforado el Telón de Acero en 1970, fue acogido con cariño. «Mi relación con Rusia es bonita», dice Raphael.

Cada año las raphaelistas, sus fans rusas, celebran el cumpleaños de su ídolo cantando sus canciones por los canales de San Petersburgo.