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Scarlett Johannsson protagoniza Fly Me to the Moon, que se estrena este viernes en los cines

Scarlett Johannsson protagoniza Fly Me to the Moon, que se estrena este viernes en los cinesSony Pictures

Crítica de cine

'Fly Me to the Moon', la película de Scarlett Johansson sobre las 'fake news' que cambiaron el mundo

La actriz protagoniza junto a Channing Tatum esta entretenida comedia sobre la carrera espacial, la misión del Apolo XI y los bulos

Son muchas las películas que recrean episodios de la carrera espacial. Y la mayoría son buenas y entretenidas. Remito al estupendo libro de Sánchez-Escalonilla Planeta Hollywood (Ed. Encuentro, 2019). En la que hoy nos ocupa el protagonista es el Apolo XI, la misión de la NASA que puso sobre la luna a Armstrong, Collins y Aldrin. En plena Guerra Fría, los soviéticos llevaban ventaja en la carrera espacial. En 1962, el Presidente Kennedy pronunció un discurso en el que prometió mandar astronautas a la luna antes de que terminara la década. Se acerca 1969 y el gobierno de Estados Unidos no se puede permitir fracasar. Hay que ir a la luna sea como sea.

La película de Greg Berlanti parte de este contexto real para construir una ficción fácilmente verosímil. El gobierno de Nixon, a través de Moe Berkus (Woody Harrelson), decide contratar a una famosa tiburón del marketing, Kelly Jones (Scarlett Johansson), para hacer presente el proyecto Apolo XI en la vida de la gente. La sociedad dirige su atención prioritariamente a la Guerra del Vietnam, y la opinión pública no parece proclive a seguir gastando dinero en la carrera espacial. Kelly Jones recibe el encargo de movilizar emocionalmente a la población a favor de la misión lunar. Y ella no va a tener ningún reparo en mentir, exagerar e inventar para conseguir su propósito, careciendo de cualquier tipo de límite moral. Pero tendrá enfrente a Cole Davis (Channing Tatum), el responsable máximo del lanzamiento del Apolo, un hombre serio y honesto, poco inclinado a las fantasías del marketing.

Esta entretenida comedia combina con inteligencia las intrigas propias del cine espacial, con una sofisticada reflexión sobre las dimensiones éticas del marketing y la eficacia de las fake news. Y para rizar el rizo, todo envuelto en una trama romántica de lo más clásica. Al estar más cerca de la comedia que del género dramático o de aventuras, Fly Me to the Moon parece una cinta más ligera que Apolo XIII o Figuras ocultas, pero en realidad aborda cuestiones mucho más actuales que aquellas.

Aunque en un alegato final se deja claro que la verdad es la verdad aunque nadie la siga, y que la mentira es mentira aunque la crea todo el mundo, la película es un retrato muy inquietante sobre el poder de la mentira en la opinión pública. No puede faltar una referencia explícita a uno de los bulos más exitosos de aquellos años: el que afirmaba que la llegada a la luna que vimos en nuestros televisores fue en realidad un falso documental realizado por Stanley Kubrick, por encargo de la Casa Blanca.

Por otra parte, la cinta es todo un divertido canto al empoderamiento de la mujer, en un contexto absolutamente masculino: Kelly es capaz de torear por igual a un senador que a un magnate de las finanzas o a un reputado científico.

El resultado es una película de formato muy clásico, sostenida por un buen reparto y que cumple con creces su intención de interesar y entretener a partes iguales, aunque quince minutos menos de metraje no le habrían hecho mal.

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