La película de Tim Robbins que relacionan con el intento de asesinato a Donald Trump

Pocas personas habrá a día de hoy en el planeta que desconozcan el intento de magnicidio que sufrió Donald Trump el pasado sábado mientras presidía un mitin republicano en Butler (Pensilvania). El candidato terminó la jornada de campaña herido, con la oreja perforada de un disparo, mientras su tirador, un joven de 20 años, fue abatido al instante por los agentes del Servicio Secreto estadounidense.

Aunque el resultado en las elecciones presidenciales de noviembre todavía es incierto, las encuestas apuntan a que el intento de asesinato le catapultará hasta la Casa Blanca por segunda vez. Trump ahora es visto por los republicanos como un héroe y un mártir, lo que hace que muchos en redes sociales hayan querido sacar paralelismos con Ciudadano Bob Roberts (1992).

La película, que supuso el debut como director de Tim Robbins, narra en forma de falso documental la campaña electoral de un candidato al Senado de EE.UU. en Pensilvania Bob Roberts, un cantautor folk conocido por sus ideas conservadoras, racistas y homófobas. En cierto momento, Roberts finge ser víctima de un intento de asesinato para aumentar sus índices de popularidad y apoyo público, y así ganar las elecciones.

La escena en la que Roberts recibe el disparo comenzó a ser compartida en redes sociales, convirtiéndose en viral y llegando incluso al propio Robins –que también protagonizó y produjo la película– y no ha dudado en aclarar su opinión al respecto.

«A quienes establecen paralelismos entre mi película Ciudadano Bob Roberts y el intento de asesinato de Trump, seamos claros: lo que ocurrió ayer fue un atentado real contra la vida de un candidato presidencial. Aquellos que niegan que el intento de asesinato fuera real están en un estado mental perturbado. Ayer dispararon a un ser humano. Otro fue asesinado», explicó en su perfil de X, antes Twitter.

Robbins, que siempre ha sido un fuerte defensor de los demócratas y se ha posicionado en contra de Trump en varias ocasiones, añadía: «Puede que no sean seres humanos con los que estés de acuerdo políticamente, pero qué vergüenza, amigos. Dejen de lado su odio ciego hacia estas personas. Son compatriotas estadounidenses. Este odio colectivo está matando nuestras almas y consumiendo lo que queda de nuestra humanidad».