Burton, el amigo de los monstruos
«Cuando era niño, nadie quería jugar conmigo. Ahora me vengo en mis películas», asegura el ilustrador y director de cine
Cuando escuchamos el nombre de Tim Burton inmediatamente se nos viene a la mente una secuencia de imágenes que nos transportan a mundos fantásticos, personajes excéntricos y una estética visual inconfundible. Su capacidad para transformar lo macabro en poético y lo ordinario en extraordinario lo ha convertido en uno de los directores más influyentes de su generación. Un hombre que ha dejado una huella imborrable en el cine contemporáneo.
Un universo propio
Nacido en Burbank, California, en 1958; Burton demostró desde muy joven una fascinación por lo extraño y lo diferente. Sus películas, a menudo clasificadas como góticas o de terror, se caracterizan por una paleta de colores oscuros, escenarios lúgubres y personajes marginados que encuentran belleza en la oscuridad. Sin embargo, detrás de esta estética sombría se esconde un profundo sentido de humanidad y una crítica social sutil. El propio Burton afirma haber estado siempre mal representado, ya que la mayoría le ha considerado desde sus inicios como una persona «oscura».
La palabra normal siempre me asusta. Parece que, si tienes pasión por algo, asustas a la gente. Eres considerado estrafalario o excéntrico. Para mí, simplemente es que sabes quién eres
La obra de Burton es un viaje introspectivo a través de un mundo que, a pesar de su apariencia fantasiosa, refleja las inquietudes y los miedos de la sociedad. Sus personajes, como Eduardo Manostijeras o Jack Skellington, son incomprendidos en un mundo que no solo les ignora, sino que además los rechaza. A través de ellos, Burton explora temas universales como la soledad, la identidad y la búsqueda de la felicidad.
Desde muy joven sintió admiración por películas de terror como Drácula (1931), King Kong (1933), La mujer y el monstruo (1953) o Regreso a la Tierra (1953). «Recuerdo la primera vez que vi a King Kong caer desde lo alto del Empire State Building… ¡me emocionó muchísimo! Y me sucede siempre más o menos lo mismo al final de todas las películas de monstruos, cuando mueren».
No obstante, también es un gran conocedor de los clásicos, de los que ha tomado referencias para muchas de sus películas. Por ejemplo, para La gran aventura de Pee-Wee se inspiró en El ladrón de bicicletas de Sica y para dar vida al endemoniado Beetlejuice, reversionó a la joven Regan de El Exorcista.
Actores de referencia
A lo largo de su carrera, Burton ha forjado amistad con muchos actores, lo que ha supuesto colaboraciones fructíferas con algunos de los nombres más importantes de la industria cinematográfica. Su asociación con Johnny Depp, por ejemplo, ha dado lugar a algunos de los personajes más memorables del cine, como el sombrerero loco en Alicia en el País de las Maravillas, Sweeney Todd en El barbero diabólico de la calle Fleet o el protagonista de Eduardo Manostijeras.
Otra colaboradora habitual de Burton es Helena Bonham Carter, con quien compartió tanto vida personal como profesional. Su versatilidad y capacidad para interpretar personajes oscuros y complejos como Jenny en Big Fish, la Reina Roja en Alicia a través del espejo o la doctora Julia Hoffman en Sombras Tenebrosas, la convirtieron en una musa para el director.
«Lo mejor del cine es la emoción y la historia… Es la ventaja del cine: siempre emana una especie de pureza humana muy sencilla. Es algo bueno. Todo puede cambiar constantemente y todo puede suceder. Sin embargo, la forma fundamental de emocionar a alguien sigue siendo la misma, eso es lo maravilloso», dijo Tim Burton en una ocasión.
Michael Keaton, Winona Ryder, Danny DeVito, Jack Nicholson, Christopher Lee o Martin Landau son otros actores que también resuenan con fuerza en el universo Burtonesco y que se han consolidado como grandes referentes del director americano.
Nuevos proyectos
El próximo año será muy importante para Tim Burton, puesto que es el 40 aniversario de su estreno como director con su ópera prima La gran aventura de Pee-Wee. Un largometraje cómico y surrealista que estableció las bases de lo que se convertiría en el estilo característico de Burton: un mundo lleno de fantasía, excentricidad y un toque de oscuridad. Aunque no fue un éxito de crítica, sí logró cultivar un público fiel que apreció su originalidad y humor.
Tres años más tarde llegaría a las pantallas Beetlejuice, que este 2024 estrena su secuela protagoniza por el elenco original de la película: Michael Keaton, Winona Ryder y Catherine O´Hara además de nuevas incorporaciones como la de Jenna Ortega, Willem Dafoe o Mónica Bellucci; actual pareja del director.
En un mundo que a menudo busca encajar en moldes perfectos, Tim Burton nos recuerda que los monstruos también tienen alma. Sus criaturas, con sus cicatrices y peculiaridades, nos invitan a mirar más allá de las apariencias y a encontrar la belleza en lo inesperado. Si no, que se lo digan a Barnabas Collins en Sombras Tenebrosas, a Selina Kyle en Batman Returns o a Emily en La novia cadáver. Sus películas son un espejo que refleja nuestras propias sombras y miedos y que nos permite hacer frente a aquellos monstruos que se encuentran escondidos en nuestro interior para así liberarnos de las cadenas de la conformidad y abrazar nuestra individualidad. Porque la belleza no reside en lo perfecto, sino en lo auténtico.