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Marlon Brando recibió su primera nominación al Oscar por 'Un tranvía llamado Deseo'GTRES

Cine

La película que Marlon Brando odiaba de su filmografía: «No tenía ni idea de qué trataba»

El actor reconoció en una entrevista que ni siquiera el director conocía el significado real de la trama

No resulta obligatorio que los actores tengan un conocimiento íntimo de los temas, motivos o corrientes subyacentes de una película antes de aparecer en el set, y, aunque Marlon Brando fue uno de los mejores de todos los tiempos, le llevó años intentar darle sentido a lo que terminó siendo uno de los papeles más importantes —y controvertidos— de su carrera.

El hecho de que el dos veces ganador del premio Oscar pasara la mayor parte de su carrera obligando a que escribiesen sus líneas en tarjetas que pudiera leer detrás de cámara porque no tenía ganas de aprendérselas de memoria decía bastante de su nivel de inversión en los proyectos. Aun así, era uno de los mejores en su terreno cuando se molestaba en esforzarse ligeramente.

Ejemplo de ello son, entre otras, La ley del silencio o El Padrino, las películas con las que se coronó como mejor actor en los Premios Oscar. La de Coppola le llegó en el momento justo en el que la crítica apostaba por una fecha de caducidad inminente para su carrera. Cuando se estrenó, todavía existían dudas de si se trataría de un renacimiento fugaz o si Brando había vuelto para siempre.

La incertidumbre se despejó cuando estrenó su siguiente película: El último tango en París. El famoso filme de Bertolucci llegó a los cines nueve meses después del influyente drama criminal de Coppola y a Brando le valió otra nominación al Oscar como mejor actor. La película fue controvertida en su momento, aunque el hecho de que le impusieran la temida clasificación X no impidió que triunfara en taquilla.

La trama era bastante simple —al menos, a priori— con dos personajes, el de Marlon Brando y el de Maria Schneider, que mantienen una relación clandestina basada completamente en el sexo. Sin embargo, los académicos y analistas pronto comenzaron a desmenuzar las capas que podía esconder para encontrar un significado mucho más complejo que el principal.

Fotograma de 'El último tango en París'

Si había una persona a la que no le deberían haber preguntado qué teorías ocultas defendía la película, esa era Brando. El actor llegó a admitir en una entrevista a la revista Rolling Stone que desconocía por completo cuál era el objetivo de la trama. «No creo que Bertolucci supiera de qué iba, yo tampoco lo sabía. No tengo ni idea de qué trataba la película», confesó, aunque después añadió: «La mayoría de las películas son extensiones de las fantasías de la gente».

A Brando le conmovió tanto la pregunta que estuvo alrededor de tres años pensando la respuesta e, incluso entonces, no estaba del todo seguro del verdadero significado. El actor terminó confesando que odiaba la película y lo único que pudo apuntar fue: «Se trataba de un hombre que intentaba desesperadamente encontrarle un sentido a la vida, lleno de símbolos extraños. Es un relato mitológico; no sucede en la vida real».

Si bien la precisión del actor no es del todo acertada, la mitología hecha carne suena bastante mejor que decir que El último tango en París versa única y exclusivamente sobre las obsesiones de Bertolucci. Sobre todo, teniendo en cuenta que su actriz protagonista nunca se repuso del rodaje.